En la oportunidad se recuerda la importancia del acceso
adecuado a la atención de la salud, a los programas de intervención,
estimulación temprana y a la enseñanza inclusiva, vitales para el crecimiento y
el desarrollo de la persona con esta patología. El Ministerio de Salud, adhiere
a la conmemoración del Día Mundial del Síndrome de Down, que se celebra mañana
21, promoviendo un abordaje integral, interdisciplinario e inclusivo del mismo.
El síndrome de Down es una alteración genética caracterizada
por la presencia de un cromosoma 21 de más (trisomía 21), el mismo se descubrió
en 1959. El tratamiento de niños y niñas con este síndrome depende del nivel de
daño que tenga cada uno y en todos los casos se requiere de atención integral
para abarcar tanto los aspectos físicos, como los psicológicos, educativos y
emocionales.
En diciembre de 2011, la Asamblea General de las Naciones
Unidas, designó el 21 de marzo Día Mundial del Síndrome de Down, se estableció
este día (21-3) debido a que el número es significativo de la triplicación del vigésimo
primer cromosoma.
Esta fecha tiene como objetivo concientizar a la población
sobre este síndrome y recordar la dignidad inherente y las valiosas
contribuciones de las personas con discapacidad como promotores del bienestar y
de la diversidad de sus comunidades. También quiere resaltar la importancia de su
autonomía e independencia individual, en particular la libertad de tomar sus
propias decisiones.
La doctora Alejandra Mampel, docente de la carrera de
Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Cuyo y genetista en el Hospital Universitario
expresó que: “Lo más importante es realizar el diagnóstico y realizar un
abordaje integral, con un equipo interdisciplinario, desde el pediatra,
genetista, kinesiólogo y fonoaudiólogo, donde la estimulación temprana es muy
importante para mejorar la calidad de vida del niño y de su familia”.
La estimulación temprana incluye una serie de actividades
que los padres ylos profesionales pueden desarrollar para intentar que el niño
alcance el máximo de su potencial. Como en el caso de cualquier otra persona,
no puede predecirse cuál será el máximo de desarrollo que un niño con síndrome
de Down puede alcanzar, pero sí es seguro que si se lo incentiva podrá lograr
realizar actividades al igual que los niños no afectados.
“Además es importante un correcto seguimiento y control del
niño para detectar posibles patologías asociadas al síndrome como cardiopatías,
cataratas, enfermedades gastrointestinales, entre otras”, agregó Mampel.
A su vez la profesional destacó que es fundamental favorecer
la integración social, escolar, comunitaria de los niños con este síndrome a su
vez de propiciar el desarrollo de la autosuficiencia en cada uno.
Síndrome de Down
¿Qué es?
El síndrome de Down es un conjunto de problemas de salud que
presentan algunos recién nacidos, que se manifiestan en: ciertos rasgos de la
cara y el cuerpo y ocasionalmente, otras alteraciones en el funcionamiento de
su organismo. La gravedad de estos problemas es diferente en cada niño y por eso
puede ser que algunos presenten menos signos externos que otros.
Los médicos reconocen fácilmente a los bebés que nacen con
esta enfermedad y lo corroboran mediante un análisis de sangre. Esta prueba
permite detectar también si existe la posibilidad de que los padres vuelvan a tener
otro niño con la misma enfermedad.
Además los niños con
este síndrome tienen más riesgo de tener:
- Defectos del
corazón: algunos defectos cardíacos son de poca importancia mientras que otros
requieren cirugía. Por ello es conveniente que todos los bebés con síndrome de
Down sean examinados por un cardiólogo infantil. Este les indicará la
realización de una ecografía especial del corazón (ecocardiograma), que debe
realizarse durante los 2 primeros meses de vida del bebé para poder realizar
cualquier tratamiento a tiempo.
- Problemas de visión: son frecuentes problemas como
estrabismo, miopía o hipermetropía y cataratas. La vista puede mejorarse con el
uso de anteojos, cirugía y otros tratamientos. Los niños deben ser examinados
por un oftalmólogo infantil dentro de los primeros 6 meses de vida y realizarse
exámenes periódicamente.
- Problemas de la audición: pueden deberse a la presencia de
líquido en los oídos. Si estos problemas se detectan a tiempo pueden tratarse adecuadamente.
- Infecciones: estos niños tienen más riesgo de padecer
resfríos, infecciones de oído, bronquitis y neumonía. Por esto es muy importante
que reciban todas las vacunas obligatorias
contempladas en el Calendario Nacional de Vacunación que se dan de
manera gratuita en los centros de salud públicos de nuestro país.
- Defectos intestinales: si se detectan oportunamente pueden
ser fácilmente corregidos con una cirugía.
- Problemas hormonales: algunos bebés pueden nacer con una
disminución de la hormona de la tiroides (hipotiroidismo congénito) que puede
afectar el desarrollo. Es importante detectar este déficit porque tiene tratamiento.
Algunos niños tienen varios de estos problemas mientras que
otros no presentan ninguno. También la gravedad de cada uno de ellos varía considerablemente
en cada niño.
¿Cómo pueden los padres de un niño con síndrome de Down ayudarlo a crecer y desarrollarse?
Por lo general, estos niños pueden hacer la mayoría de las
cosas que hace cualquier otro, como caminar, hablar, vestirse e ir solo al
baño. Aunque generalmente comienzan a aprender esto algún tiempo más tarde que
los niños no afectados, se ha comprobado que con una atención especial (estimulación
temprana) se pueden lograr grandes avances en su desarrollo social e
intelectual.