Numerosas son las patologías que afectan el aparato
digestivo y la calidad de vida de miles de
personas. Los estudios tradicionales para diagnosticarlas
son la endoscopía y la colonoscopía,
pero muchas de las enfermedades, especialmente las que
afectan al intestino delgado, suelen
ser difíciles de detectar mediante estos estudios.
Las patologías del intestino delgado como la atrofia de la
mucosa intestinal, la enfermedad de
Crohn, el sangrado oscuro y otras anormalidades del
intestino delgado, pueden resultar difíciles
de detectar a través de los métodos convencionales como la
endoscopía alta o baja
(colonoscopía). Esto se debe a que no llegan a la porción
del intestino donde usualmente se
originan, formada por yeyuno e íleon.
Un método efectivo para diagnosticar estas patologías es la
llamada cápsula endoscópica, una
píldora que contiene una cámara diminuta y que al ingerirla
permite visualizar el interior del
intestino y del colon desde un monitor. Esta tecnología no
invasiva no sólo no necesita anestesia,
sino que además le permite al paciente continuar con su
rutina diaria.
“Si bien en primera instancia se realizarán las endoscopías
para descartar otras afecciones, el
médico puede recurrir a las cápsulas endoscópicas para acceder
a dicha zona y constatar si se
trata de alguna patología específica de dicha porción del
intestino delgado” explicó la Dra. Raquel
González, gastroenteróloga del Hospital Alemán.
Las cápsulas endoscópicas ya fueron usadas por 2.6 millones
de personas hasta el momento,
siendo cada vez más elegidas por sus beneficios y
simplicidad a la hora de realizarse el estudio de
análisis del tracto digestivo. Además, desde que comenzó a
implementarse mejoró la calidad y
capacidad de diagnóstico, haciendo más eficiente la lectura
de patologías y más sensible para
evaluar las lesiones de la mucosa del intestino delgado en
comparación con otras técnicas de
imagen. Un beneficio adicional es que esta tecnología no es
técnica - dependiente, pudiendo el
profesional analizar las imágenes en cualquier momento, y no
necesariamente en vivo, volviendo
sobre los lugares que quiera visualizar nuevamente y
avanzando la grabación en tramos cuya
visualización no sea necesaria.
Según la Dra. González, algunas lesiones del intestino delgado,
como el sangrado de origen
oscuro sólo pueden confirmarse a través de esta técnica. “La
primera señal en general es la
deficiencia de hierro y la anemia en sangre, pero deberá
descartarse a través de otros estudios”,
explicó, y agregó: “en el caso de que se sospeche de estas
patologías se solicitará en primera
instancia las endoscopías digestivas convencionales y luego
con estos estudios negativos, la
cápsula endoscópica para confirmar el resultado”. En este
sentido, la cápsula ayuda a detectar la
ubicación del origen del sangrado o la herida para un mejor
tratamiento.
En cuanto a la enfermedad de Crohn, “anteriormente se creía
que en nuestra región afectaba
principalmente intestino grueso y solo en un 11% el
intestino delgado, sin embargo, ahora
sabemos que puede comprometer el intestino delgado en un 30%
de todos los pacientes con
esta enfermedad”, detalló el Dr. Figueredo, gastroenterólogo
del Gedyt.
En el caso del colon específicamente, esta técnica no
invasiva permite la detección de pólipos en
pacientes que no pueden realizarse una colonoscopía o bien
si la misma no se pudo completar.
“La menor invasión del paciente facilita el acceso a este
tipo de estudios. Algunas personas no
pueden realizarse una colonoscopía o una endoscopía por
cuestiones relacionadas a la anestesia o
bien por otros temas de salud”, resaltó el Dr. Ricardo
Figueredo y concluyó: “un diagnóstico
correcto será la clave para que el paciente reciba el mejor
tratamiento”.