El calor, las comidas, las piletas y
algún pequeño descuido, pueden transformarse en un gran dolor de cabeza, sobre
todo cuando hay niños pequeños en el hogar. La diarrea aguda ataca a grandes y
niños, pero suele ser más peligrosa en la primera infancia, sobre todo si se
complica con deshidratación.
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Por Silvina Castro
Especial para Todo Salud
Especial para Todo Salud
La médica gastroenteróloga y
hepatóloga Graciela Saieg, jefa del servicio de gastroenterología del Hospital
Notti, en una conferencia brindada especialmente para esta época del año, hizo
referencia a las diarreas agudas. Aseguró que es una patología producida por
enteropatógenos bacterianos.
Dicha enfermedad presenta como
síntoma más importante y a su vez más peligroso la deshidratación, ya que los
niños son más vulnerables a la misma. La diarrea puede aparecer asociada con
vómitos y fiebre, o sea gastroenterocolitis,
“pero lo más importante en esta circunstancia es hidratar al paciente”.
Además se debe controlar la materia fecal ya que ésta puede contener sangre, característica
que nos señala que estamos ante un cuadro más delicado. Esto puede significar
la presencia de la bacteria llamada scherichia coli o 157 que es la productora
del tan temido Sindrome urémico hemolítico.
La forma de diferenciar una
gastroenterocolitis del Síndrome urémico hemolítico es realizar un
coprocultivo, que arrojará datos más específicos acerca de la bacteria
productora del cuadro diarreico.
“Si bien todos hemos tenido diarrea
alguna vez en nuestras vidas, no debe en absoluto minimizarse la situación, por
el contrario debe considerarse el cuadro y consultar, recordemos que todo es
prevenible. Más vale un gramo de prevención que un kilo de curación, asegura la
doctora Saieg.
Si se toman los recaudos necesarios
las diarreas bacterianas deberían disminuir, no es así en el caso de las
virales, donde el contagio es ambiental.
Prevención
Si el niño es un lactante, no debe
suspenderse la lactancia materna, porque es la primera vacuna que podemos
darles a nuestros hijos.
Si el niño toma leche de fórmula, se
debe hervir bien el agua, la mamadera y no guardar restos de leche, ni en la
heladera.
En el caso de que el niño sea más
grande y esté alimentado, hay que tener mucho cuidado con la cocción de los
alimentos, sobre todo en las hamburguesas congeladas, hay que tratar de que el
calor llegue a los 70° C. Si nos quedan dudas, podemos dale un golpe de
microondas si tenemos en el hogar. Si hablamos de un bife, constatar que el
jugo salga marrón claro al cortarlo.
Cuando cocinamos, debemos tener
precaución cuando cortamos los alimentos. No usar la misma tabla, ni el mismo
cuchillo para cortar los crudos y los cocidos. Recordemos que con un solo
utensillo contaminado, pasamos las bacterias a 7 alimentos (de acuerdo a un reciente
estudio realizado en España y que fue citado por la profesional).
Es imprescindible asegurarse que la
persona que cocine no haya tenido diarrea porque es mucho más fácil que la
comida se contamine.
Otro factor importantísimo a tener en
cuenta es mantener la cadena de frio, consumir los alimentos ni bien se extraen
de la heladera, ya que el descuido en esta área suele ser uno de los motivos
más frecuentes de diarrea. Al igual que la conservación inmediata de
comestibles cocidos en la heladera.
El agua potable, la higiene ambiental
y del hogar, la limpieza de las piletas y prestar especial atención a la
procedencia de helados y jugos congelados son factores fundamentales de
prevención.
Tratamiento
Lo más importante es mantener
hidratado al paciente, en caso de ser necesario hacerlo con sales minerales que
venden en la farmacia y son muy accesibles.
La médica gastroenteróloga no
recomienda el uso de antibióticos, ya que la bacteria se defiende ante estos
eliminando toxinas y el Síndrome Urémico es una toxina.
Tampoco es recomendable la dieta 0,
porque los niños deben estar alimentados saludablemente para poder expulsar de
su organismo las bacteria productora de la diarrea.
Por último tampoco debería recurrirse
a los anti diarreicos porque cambian el color de la materia fecal, confunden a
los médicos y las personas no terminan de expulsar la bacteria.
Concluyendo, es importante tener
presente que a la diarrea no debemos tenerle miedo, si mucho respeto y
atención. Teniendo en cuenta todos los factores de prevención y siendo
cuidadoso sobre todo con los más pequeños nadie debería correr riesgos.
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