Afecta principalmente a niños menores de un año de edad, con
una mayor incidencia entre las 2 y 24 semanas de vida. Para su prevención
evitar dar a los lactantes fuentes identificadas de esporas, como la miel e
infusiones de hierbas, así como promover medidas de higiene domiciliaria para
evitar o minimizar la contaminación con tierra o polvo ambiental, entre otras.
Ante los cuadros de
botulismo del lactante que se presentaron en San Rafael, el Ministerio de Salud
recuerda algunas medidas a tener en cuenta para prevenir esta enfermedad. Cabe
recordar que el botulismo es una enfermedad tratable y su incidencia puede ser
disminuida mediante medidas de prevención.
Se identifica como “botulismo del lactante” o toxemia
intestinal, al cuadro clínico que afecta a niños menores de un año,
potencialmente grave, causado por la absorción de toxina botulínica producida
en la luz intestinal, cuya letalidad puede ser alta si no se realiza un
diagnóstico precoz y tratamiento oportuno.
En general, la intoxicación suele ser leve y de evolución
benigna, sin dejar secuelas. Pero en ocasiones puede ser grave, requiriendo
hospitalización y en determinados casos ingreso a unidades de terapia
intensiva, para recibir apoyo nutricional, monitoreo cardiovascular y
asistencia respiratoria mecánica, en casos extremos.
Afecta principalmente a niños menores de un año de edad, con
una mayor incidencia entre las 2 y 24 semanas de vida. Siendo desconocida la
causa de esta mayor vulnerabilidad, aunque podría deberse a una mayor
permeabilidad de la mucosa intestinal a la toxina o a ciertas características
de la microbiota intestinal del lactante.
No se conoce el período de incubación porque es
prácticamente imposible establecer con certeza el momento exacto en que
ingresan las esporas al tracto intestinal del lactante.
Las manifestaciones clínicas suelen presentarse dentro de un
amplio espectro, que va desde leves manifestaciones hasta la temida
insuficiencia respiratoria grave, responsable del ingreso a unidades de
cuidados intensivos para apoyo ventilatorio mecánico.
Medidas de prevención y control del botulismo del lactante
Para la prevención del botulismo del lactante se evitará dar
a los lactantes fuentes identificadas de esporas, como la miel e infusiones de
hierbas medicinales que se le suministran a lactantes, principalmente de
hierbas comercializadas “a granel”, debido a que se demostró mayor
contaminación que las que se expenden industrializadas “en saquitos”.
En tal sentido, la Resolución Conjunta SPRRS Nº 136/2007 y
SAGPA Nº 109/2007específicamente explicita lo siguiente: Incorporase al
capítulo V, “Rotulación de Alimentos Envasados”, del Código Alimentario
Argentino el Artículo 235 sexto, que quedará redactado de la siguiente manera:
Artículo 235 sexto. En el rótulo de los envases de miel, deberá consignarse con
caracteres de buen realce y visibilidad y en un lugar destacado de la cara
principal, la siguiente leyenda: “No suministrar a niños menores de 1 año”
Así también promover medidas de higiene domiciliaria y
peridomiciliaria para evitar o minimizar la contaminación con tierra o polvo
ambiental, especialmente en zonas áridas, con bajas precipitaciones y humedad
ambiental, y ventosas.
Es importante destacar la importancia del amamantamiento
que podría retardar el inicio de la
enfermedad y/o favorecerla presentación de casos de menor gravedad.