Una encuesta revela que solo 37% la prefieren en verano, una
época en la que la hidratación cobra especial importancia. Una agravante de
esta situación es que la mayoría solo bebe cuando tiene sed, la que aparece
cuando ya hay signos de deshidratación.
Una encuesta mostró que el 78% de los argentinos reconocen
que el agua es lo más saludable, pero menos de 4 de cada 10 la prefieren en
verano. El estudio lo hizo la Asociación Argentina de Dietistas y
Nutricionistas Dietistas (AADYND) y demostró que los argentinos beben poca agua
pura la época del año en que la hidratación tiene un papel preponderante. “Esto
se debe a que tenemos una inclinación por el sabor dulce, y en parte a que
existe un prejuicio arraigado sobre el sodio del agua”, dice el informe.
Además, la encuesta arrojó que 7 de cada 10 consultados se
hidratan recién cuando tienen sed, una sensación que los especialistas
califican como “tardía” ya que aparece cuando hay signos de deshidratación
leve, lo que puede disminuir el rendimiento mental y físico.
Hoy no existe un consenso unificado sobre la ingesta
recomendada de líquidos a nivel mundial, aunque en nuestro país las Guías
Alimentarias para la Población Argentina basan sus recomendaciones en un
consumo cercano a los 2 litros de agua al día. Y la Autoridad Europea de
Seguridad Alimentaria (EFSA) recomienda una ingesta de 2 litros al día para
mujeres y 2,5 para hombres, incluyendo el agua proveniente de alimentos y
bebidas.
Por eso, los nutricionistas recordaron la importancia de
“promover el hábito de tomar un vaso de agua al levantarse mientras se prepara
el desayuno, y otro antes de acostarse, incorporando de esta manera casi medio
litro de agua pura”.
Según detalla Gladys Dip, nutricionista y docente de la
facultad de Ciencias Agrarias de la UNCuyo, “que el agua sea esencial para
nuestro organismo se justifica con solo pensar que constituye el 50 a 75% del
peso corporal; ese contenido es mayor en lactantes y en niños. Además, por sus
características físicas y químicas, tiene varias funciones dentro de nuestro
cuerpo, entre las cuales están el mantenimiento del volumen sanguíneo, el
transporte de nutrientes y oxígeno, sirve como solvente en muchos procesos
metabólicos y participa en forma activa como reactivo en numerosas reacciones
químicas, en la regulación de la temperatura corporal y en la eliminación de
productos de desecho”.
Pese a esto, el estudio de la AADYND indica que el 54% de
los argentinos piensa que dentro de su ingesta diaria de líquidos bebe la
suficiente cantidad de agua, aunque un estudio previo había demostrado que solo
el 21% de lo que ingerían por día los entrevistados correspondía a agua
pura. “Sin embargo, una ingesta de
líquidos sin agregado de azúcares como el agua pura permitiría contrarrestar el
aporte de calorías 'vacías' que contribuye al desarrollo de condiciones tales
como el sobrepeso y la obesidad, y el sodio presente en cualquier tipo de agua
es irrelevante en el marco de una dieta variada y completa”, agrega la
licenciada Dip.
Dentro de las recomendaciones prácticas para una hidratación
saludable, la AADYND sugiere:
• Beber agua como opción más saludable de hidratación.
• Tomar agua antes de sentir sed.
• Consumir agua a lo largo de todo el día.
• Ingerir agua inmediatamente si hay sensación de "boca
seca".
• Tener en cuenta que las bebidas alcohólicas no son
adecuadas para evitar la deshidratación.
• Limitar la ingesta de bebidas altamente azucaradas y
gasificadas.
• A los niños ofrecerles líquidos incluso cuando no lo pidan
puesto que presentan un mayor riesgo de deshidratación.
• Tener presente que las personas mayores también poseen
mayor riesgo de deshidratación; en consecuencia necesitan beber abundante
cantidad de agua a intervalos regulares, sin esperar a tener sed.
• La presencia de fiebre, diarrea y vómitos favorece la
deshidratación. Consultar con un profesional médico sobre el consumo adecuado
de líquidos.
En la búsqueda de estrategias eficientes para que la
población incorpore más agua a su ingesta diaria de líquidos, la AADYND también
aconseja:
• Tener disponibilidad de agua fría de forma permanente.
• Tener una botella con agua siempre al alcance de la mano.
• Ante el deseo de tomar, servirse primero agua en lugar de
otra bebida.
• Servirse mayor cantidad de agua que la que uno está
dispuesta/o a tomar.
• Elegir aguas que vengan en botellas más grandes.
• Buscar botellas tan grandes que alcancen para toda la
familia, tipo bidón.
Por todo lo expuesto no queda más que decir que a la hora de
elegir una bebida, lo mejor para todo nuestro cuerpo es beber "agua".
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