Cuando
aparece, el cáncer atraviesa todas las esferas de la vida de una persona, la
más íntima y personal, la familiar, la social, la laboral y la ciudadana. Este
grupo de enfermedades impacta además en la economía y en el desarrollo de una
nación, por eso se vuelve indispensable abordarlo en forma transversal y
multidisciplinaria. En nuestro país, aún existe demasiada variabilidad en los
tiempos de acceso al diagnóstico, al tratamiento y en la sobrevida. Estos temas
serán abordados el lunes 27 de agosto en la sesión inaugural de ‘Diálogos,
Deliberaciones y Debates’, un ciclo organizado por la Academia Nacional de
Medicina para contribuir a transformar el cuidado del cáncer en Argentina.
De las
tasas de incidencia de cáncer reportadas por la Agencia Internacional para la
Investigación del Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés) se desprende que en
Argentina hay aproximadamente 115 mil nuevos casos de cáncer al año. Los
tumores de mama, próstata, colon y recto, pulmón y cuello uterino son los 5
tipos más frecuentes, tanto en incidencia como en mortalidad, y juntos dan
cuenta del 52% de los tumores del país. La ciencia avanzó y mejoró la sobrevida
de los pacientes: hoy, más de la mitad vive a 5 años del diagnóstico.
De todos
modos, en nuestro país persisten inequidades. “Lamentablemente, las muertes
tempranas debidas al compromiso de la enfermedad o a su estadio avanzado a
veces obedecen a complicaciones relacionadas con la demora en el diagnóstico.
En otros casos, el problema radica en que los centros no pueden manejar estas
complicaciones en tiempo y forma, tanto por falta de recursos estructurales
como de personal”, puntualizó el Dr. Ricardo Mastai, Director
Médico de PAMI, institución con 5 millones de beneficiarios, adonde cada día se
diagnostican 60 nuevos casos de cáncer y que en la actualidad brinda en forma
totalmente gratuita la medicación oncológica a más de 79 mil pacientes.
Tal como
refirió el Dr. Daniel Alonso, Director Científico del Laboratorio
de Oncología Molecular de la Universidad Nacional de Quilmes, el cáncer es un
grupo de enfermedades relacionadas, pero que difieren mucho: “eso ocasiona que
la forma de prevenir, diagnosticar y tratar cada cáncer sea diferente. Más del
80% de los casos estudiados de cáncer se vinculan con hábitos de vida y
factores que tienen que ver con el ambiente. Por lo tanto, podría decirse que 8
de cada 10 casos serían potencialmente prevenibles, o detectables en etapas
tempranas de la enfermedad, si se tomaran las medidas adecuadas. Hay un gran
trabajo por delante en esta línea”.
Sin dudas,
la problemática del cáncer debería ser tomada como política de Estado. Se ven
esfuerzos contundentes, como fue la creación del Instituto Nacional del Cáncer
en 2009, pero todavía queda mucho por hacer. Desde la Academia Nacional de
Medicina insistieron en que solamente pueden conseguirse resultados óptimos si
se alinean las acciones de todos los actores involucrados en su abordaje.
Trabajando en conjunto, se puede:
-· Identificar
los derechos vulnerados.
-· Implementar
campañas de concientización efectivas.
-· Mejorar
los tiempos de diagnóstico.
-· Favorecer
el acceso al mejor tratamiento disponible.
-· Fijar
y monitorear estándares de calidad para la atención de pacientes.
-· Establecer
plataformas para asesorar y dar sostén emocional a pacientes y familiares.
Con el compromiso de los ciudadanos y una sociedad informada acerca de la salud
y de cuáles deben ser las prioridades, es más factible que se resuelvan los
problemas. Tanto el gobierno, con sus tres poderes, como otros actores, tienen
la oportunidad de garantizar derechos y evitar las barreras que hoy impiden a
muchos pacientes acceder a los cuidados que necesitan.
“El acceso
al tratamiento oportuno transforma en curable a la mitad de los casos de
cáncer. Además, un 20 por ciento -aunque incurable- puede ser cronificado. Ante
este panorama, lograr que todos accedamos a un diagnóstico a tiempo y al
tratamiento apropiado es todavía una cuenta pendiente”, agregó el Dr.
Alonso, quien también es investigador del CONICET.
Determinadas
características inherentes a nuestro Sistema de Salud, como la federalización,
fragmentación, segmentación y el uso -en ocasiones ineficiente- de recursos
económicos, determinan una falta de acceso al mejor tratamiento posible, en
especial fuera de los grandes centros urbanos. Se necesita saber cuánto
dinero se invierte en prevención y control del cáncer para elaborar mejores
políticas públicas y reducir la mortalidad.
Respecto de
la formación de especialistas, el Dr. Matías Chacón, médico
oncólogo y presidente de la Asociación Argentina de Oncología Clínica (AAOC),
reconoció que, aunque contamos con posgrados y la certificación de los profesionales,
todavía no hay una regulación específica acerca de la especialización. Además,
describió que en las carreras de pregrado en la facultad de medicina no existe
aún una materia individual que se llame ‘Oncología’, sino que el tema cáncer
sigue estando inserto dentro de las demás especialidades.
“Lo que se
ha hecho hasta ahora, en términos de leyes y a través de la creación del
Instituto Nacional del Cáncer es muy relevante, pero no alcanza, teniendo en
cuenta el crecimiento en número de las enfermedades crónicas no transmisibles y
la expectativa de vida, factores que aumentan el riesgo de cáncer. Por eso,
hasta ahora veníamos siempre corriendo por detrás y tenemos por delante
desafíos importantes”, sostuvo la Dra. Alejandra Lorden, diputada
de la provincia de Buenos Aires, quien preside la Comisión de Salud Pública.
Nunca se
debe perder de vista, al abordar todos estos temas, la perspectiva de los
pacientes, que reciben el diagnóstico y, en alguna medida, su vida cambia para
siempre. Julia Richards tiene 39 años, es madre de 3
hijos y le diagnosticaron cáncer de mama durante su tercer embarazo. Para ella
“el cáncer es una palabra enorme, pero que es importante que se sepa que no
todo es tan fatal, gracias a que la ciencia ha avanzado muchísimo”.
Acerca de
cómo impactó en su vida, reconoció que no le gusta el cáncer, pero sí todo lo
que le generó a su alrededor respecto de su conexión con todo lo lindo que
tenía la vida: “si algo bueno tuvo esto, y que me hizo agradecer, fue la
posibilidad de darme cuenta que todo lo que vale la pena no estaba en el viaje
que estaba planeando, ni en la casa que quería tener, sino en todo lo que ya
tenía a mi alrededor”, subrayó.
El Dr.
Matías Chacón mencionó que hay una cultura de aprendizaje en la
comunidad de pacientes y en la sociedad en su conjunto acerca de todo lo que
hay alrededor de la palabra cáncer: “Se percibe una madurez social que
probablemente nos lleve a afrontar esta enfermedad como hacemos con otras
enfermedades crónicas como la diabetes, la hipertensión arterial o la
insuficiencia cardíaca”.
Diálogos,
Deliberación y Debates
La Academia
Nacional de Medicina organiza “Diálogos, Deliberaciones y Debates”, una
iniciativa que abordará aspectos de prevención, diagnóstico, tratamiento,
investigación y otras variables que contribuyen a mejorar la calidad de vida de
las personas con cáncer.
A través de
esta propuesta, se intenta identificar las brechas de inequidades en los
pacientes, quienes presentan derechos vulnerados, convocar a actores cruciales
que tienen al cáncer como prioridad y están dispuestos a trabajar para mejorar
la situación y lograr un cambio social orientado a transformar el abordaje del
cáncer.
“Empezar a
trabajar en forma conjunta nos abrirá el camino hacia una visión integral que
nos permita desarrollar estrategias para mejorar la sobrevida y progresos en
términos de acceso y cobertura, articulando lo que es la academia, la ciencia,
con los efectores de salud y las organizaciones sociales”, agregó la
diputada Lorden.
En la misma
línea, el Dr. Alonso agregó que “esta iniciativa del Instituto
de Investigaciones Epidemiológicas puede generar un ámbito plural para la
difusión de desafíos como el registro de casos, el acceso al tratamiento y
otras demandas sociales alrededor de este tema”.
“Con la
información disponible, Argentina está en condiciones de avanzar sobre la
reducción de las brechas que se observan, pero hace falta que los portadores de
derechos y de obligaciones nos movilicemos con visión y agenda compartida, un
gran desafío que no es imposible de alcanzar”, sugirió el Dr. Ricardo
Mastai.
‘Diálogos,
Deliberaciones y Debates’ durará 18 meses, en 3 etapas semestrales. En la
primera, de diálogo, participarán expertos internacionales y de nuestro país.
Las exposiciones prepararán el terreno para la segunda etapa, de deliberación,
durante la cual se analizarán las alternativas presentadas y se buscarán
coincidencias y controversias. En el último período, se abordarán en forma
pormenorizada las distintas conclusiones a las que se haya arribado.
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