La mujer y los distintos factores de riesgo que interfieren en su calidad de vida y sobre todo en relación con las enfermedades cardiovasculares, fueron abordados por una variedad de profesionales de la salud en el 5°Simposio Cuyano de Enfermedad Cardiovascular en la Mujer.
Por Silvina Castro
Par Todo Salud.
Los lípidos
actúan como un elemento preponderante cuando nos referimos a las
enfermedades cardiovasculares, pero es
fundamental saber a qué nos referimos cuando hablamos de ellos. En general se hace referencia con la palabra
lípidos al colesterol y a los triglicéridos.
Llamamos
colesterol a los esteroides que están en las células animales y fitoesteroles a los que están en las
células vegetales (que generalmente lo hallamos en aceites comestibles). Por
otro lado definimos a los triglicéridos
como la unión de ácidos grasos.
La médica
cardióloga, Mónica Acevedo, jefa de la unidad
de cardiología preventiva en la mujer, procedente de Chile, nos explicó
acerca de las diferencias entre el colesterol bueno y el malo de los que tanto
escuchamos hablar.” El colesterol bueno
o HDL es el que transporta el colesterol de las arterias llevándolo al hígado
para luego ser eliminado como colesterol malo” asegura la doctora Acevedo.
Por otro lado entendemos al colesterol malo como aquel que produce el hígado y
se deposita en las arterias obstruyéndolas. Lo más importante, teniendo en
cuenta las características de cada uno, es disminuir los lípidos malos por
medio de una dieta adecuada y aumentar el colesterol bueno a través de la
actividad física. De esta manera es posible mejorar la calidad de vida en la mujer para evitar
posibles eventos cardiovasculares a futuro.
Pero como todos
sabemos, existe una etapa crítica en la
mujer, cuando el cuerpo deja de producir estrógenos. Esta etapa es más conocida
cómo climaterio y provoca un desorden importante en el organismo femenino. El
adelgazamiento de la piel y la consecuente aparición de arrugas, una
aceleración de la osteoporosis son los signos más importantes y notorios de
este proceso.
“Desde el punto de vista cardiovascular, los
estrógenos son beneficiosos, porque cumplen una importante función en las
arterias” así lo considera la médica cardióloga
chilena.
Las dificultades aparecen cuando las mujeres
comienzan a ingerir estrógenos en la post- menopausia comprados en farmacias, ya que estos aumentan el riesgo de
formación de coágulos, por lo tanto se pueden producir trombosis en las piernas
y en el pulmón, pero lo más grave es que aumentan las posibilidades de tener un
infarto al corazón producto de coágulos formados en las arterias. Es por este
motivo que las mujeres deberían realizarse un control cardiovascular antes de
comenzar a ingerir estrógenos artificiales para evitar todos los riesgos antes
mencionados.
Así como los
estrógenos juegan un rol importantísimo en el organismo femenino, la
administración adecuada de anticonceptivos en la juventud también. Las
pastillas anticonceptivas, más allá de evitar embarazos no deseados, regulan
los ciclos menstruales permitiendo el buen funcionamiento de las arterias y el
organismo en general. Se ha comprobado también que el tratamiento de ovarios
poliquísticos con anticonceptivos, permite a la mujer llegar a la menopausia
con arterias más sanas.
Como habrán podido deducir, todos los ciclos que
atraviesa la mujer están relacionados de una u otra manera con las enfermedades
cardiovasculares y el riesgo de vida que esto conlleva, es por todo eso que es
necesario darle una importancia acorde al resto de las enfermedades que pueden
aparecer a lo largo de nuestra existencia y llevar un estilo de vida adecuado a
la calidad con la que queremos terminar nuestros años.
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