Identifican estrategias fáciles de
implementar para que la gente tome más agua
Hay una gran brecha entre la percepción de consumo y la realidad: un
relevamiento a más de mil argentinos arrojó que el 54%
piensa que bebe la cantidad justa de agua al día. Sin embargo, un
estudio previo había demostrado que sólo el 21 por ciento de lo que los
entrevistados ingerían por día correspondía a
agua pura.
Además, 7 de cada 10 se hidratan recién cuando tienen sed, sensación
tardía que aparece ante un principio de deshidratación leve que puede disminuir
el rendimiento mental y físico.
·
La
población considera que las medidas más fáciles de implementar para mejorar la
ingesta de líquidos son tener disponibilidad de agua fría de forma permanente y
a mano, servirse primero agua en lugar de otra bebida y servirse mayor cantidad
que la que uno está dispuesto a tomar.
·
En épocas
de altas temperaturas, para prevenir los golpes de calor, es fundamental estar
adecuadamente hidratado, comer liviano, evitar la exposición prolongada al sol
y la actividad física de 11 a 18 hs, y vestir ropa fresca y de colores claros.
En verano, para
prevenir los golpes de calor, es necesario aumentar la ingesta de líquidos,
pero es importante hacerlo eligiendo las alternativas más saludables. Una
correcta hidratación en meses de elevadas temperaturas es muy importante para
garantizar un adecuado balance hídrico (entre el líquido que se bebe y el que
se pierde por sudor, orina y respiración) y contribuir a favorecer un óptimo
rendimiento mental y físico.
Para tener un diagnóstico de qué beben los argentinos en
épocas de calor y cómo mejorar los hábitos de hidratación durante esta época
del año, se llevó adelante un relevamiento a más de mil individuos, a cargo de
TNS Gallup. Los resultados arrojaron que el 78% declaró que el agua es la
bebida más saludable, mientras que sólo el 37% la elige para hidratarse. Como
agravante, según los datos de este sondeo, el
54% de los argentinos piensa que dentro de su ingesta diaria de líquidos
bebe la suficiente cantidad de agua, aunque un estudio previo había demostrado
que sólo el 21 por ciento de lo que los entrevistados ingerían por día
correspondía a agua pura[1].
El Lic. Luciano Spena, miembro de la Comisión Directiva de
AADYND y Director de la Licenciatura en Nutrición de la Universidad de Morón,
remarcó que el estudio demostró que los argentinos beben poco agua pura en
verano, justamente en la época del año en que la hidratación cobra un papel
preponderante. Esto se debe a que tenemos una inclinación por el sabor dulce, y
en parte a que existe un prejuicio arraigado sobre el sodio del agua. “Sin
embargo, una ingesta de líquidos sin agregado de azucares, tales como el agua
pura, permitiría contrarrestar el aporte de calorías ‘vacías’ que contribuye al
desarrollo de condiciones como el sobrepeso y la obesidad, y el sodio presente
en cualquier tipo de agua es irrelevante en el marco de una dieta variada y
completa”.
En la búsqueda de estrategias eficientes para que la
población incorpore más agua a su ingesta diaria de líquidos, en la
investigación se profundizó sobre cuáles serían las medidas que resultarían más
fáciles de implementar, y se destacaron las siguientes:
- Tener disponibilidad
de agua fría de forma permanente.(El 87% opina que es fácil de implementar)
- Tener una botella con
agua siempre al alcance de la mano.(El 78% opina que es fácil de implementar)
- Ante el deseo de
tomar, servirse primero agua en lugar de otra bebida.(El 75% opina que es fácil
de implementar)
- Servirse mayor
cantidad de agua que la que uno está dispuesta/o a tomar.(El 72% opina que es
fácil de implementar)
- Elegir aguas que vengan
en botellas más grandes.(El 65% opina que es fácil de implementar)
- Buscar botellas tan
grandes que alcancen para toda la familia, tipo bidón.(El 63% opina que es
fácil de implementar)
El fenómeno del balance hídrico
Además, el 72% de los argentinos señaló que se hidrata
recién cuando tiene “sensación de sed”. De hecho, la mitad de los encuestados
cree que lo ideal es hacerlo en ese momento. Según refirió el Lic. Luciano
Spena, la sed “no es un buen indicador, porque es un estímulo tardío que
aparece una vez que la persona ya está levemente deshidratada”.
En los últimos años, agregó Spena, múltiples investigaciones
han demostrado que “se evidencia una merma en el rendimiento físico y mental
ante una leve deshidratación, y que las complicaciones son mayores a medida que
ésta avanza, sobre todo durante la realización de ejercicio
físico”[2],[3],[4],[5].
Por el momento, no existe un consenso unificado sobre la
ingesta recomendada de líquidos a nivel mundial, aunque en nuestro país las
Guías Alimentarias para la Población Argentina basan sus recomendaciones en un
consumo cercano a los 2 litros de agua/día[6].
La EFSA, Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria,
recomienda una ingesta de 2 litros de agua total/día para mujeres y de 2,5
litros agua total/día para hombres, incluyendo el agua proveniente de alimentos
y bebidas 2.
Sin embargo, tal como sugirió la Lic. Beatriz Ravanelli,
miembro de la Comisión Directiva de AADYND y Directora de la Licenciatura en
Nutrición de la Universidad de Belgrano, en épocas de calor, “el aumento de la
sudoración incrementa este requerimiento debido a la mayor pérdida de agua y
sales que deberán reponerse para mantener el balance hídrico en equilibrio
entre lo que se bebe y lo que se elimina, por lo que es necesario ingerir más
de dos litros de líquido, preferentemente en forma de agua”. El grado de
actividad, que resulta muy variable de un individuo a otro, es otro
determinante de las necesidades de agua, que pueden estar aumentadas.
Además, la Lic. Ravanelli aclaró que el principal problema
de salud vinculado a la hidratación consiste en las calorías que se ingieren a
través de bebidas e infusiones azucaradas, y no en la cantidad de sodio que
pueden aportar las aguas: “Por lo tanto, es importante aclarar que el mito de
que ‘para cuidar el corazón hay que tomar agua baja en sodio’ en ocasiones es
una barrera de gran influencia para su ingesta.
Sin embargo, tal como establece la Organización Mundial de
la Salud (OMS), el agua no contribuye significativamente en la ingesta total
diaria de sodio, excepto en aquellos individuos que requieren de estricto
control sobre su aporte y que no debe sobrepasar los 400 mg. al día (en contadas situaciones clínicas).
Consecuentemente, la especialista destacó que es importante
remarcar que “la población puede elegir cualquier tipo de agua que tenga a su
alcance (de red o embotellada, baja en sodio o de mineralización media) mientras
sea segura para su ingesta. También recordó la importancia de “promover el
hábito de tomar un vaso de agua al levantarse mientras se prepara el desayuno,
y otro antes de acostarse, incorporando ya -de esta manera- casi medio litro de
agua pura”.
Estos lineamientos, concluyó Spena, son herramientas útiles
que como profesionales debemos utilizar, orientando a la población hacia una
hidratación responsable y saludable: “la correcta información y difusión,
sumadas a -tal como se identificó en este estudio- la disponibilidad y ofrecimiento de mayor cantidad de agua,
llevarían generar un impacto en el habito de hidratación de los argentinos”.
Detalles del relevamiento
El relevamiento fue descriptivo, prospectivo, observacional
y transversal. Consistió en la realización de 1010 entrevistas directas y
domiciliarias a mayores de 18 años de ambos sexos nivel nacional durante
septiembre de 2013. Se aplicó́ un muestreo probabilístico, polietápico y
estratificado con cuotas de sexo y edad en el hogar, con el propósito de
evaluar la calidad de la hidratación en relación con la época estival. Lo
realizó la consultora TNS Gallup para AADYND a pedido de Aguas Danone de
Argentina.
Golpe de Calor
El Ministerio de Salud de la Nación lo define como el
aumento de la temperatura del cuerpo por una exposición prolongada al sol
(insolación clásica) o por hacer ejercicios en ambientes calurosos o con poca
ventilación) al punto que el cuerpo pierde agua y sales esenciales para su buen
funcionamiento[7].
Cualquiera puede ser víctima de un golpe de calor. Sin
embargo, se debe tener especial cuidado con los bebés y niños menores del año,
personas mayores o con enfermedades crónicas (cardíacas, renales o neurológicas),
niños obesos o desnutridos, personas con piel muy quemada por el sol, jóvenes
que abusan de alcohol y drogas.
Para evitar un golpe de calor en zonas y/o épocas de altas
temperaturas, es importante aumentar la ingesta de agua, evitar bebidas con alcohol,
cafeína o con azúcar en exceso, bebidas muy frías o muy calientes, comidas
pesadas, y no realizar actividad física intensa.
Acerca de AADYND
La Asociación Argentina de Dietistas y Nutricionistas
Dietistas (AADYND) es una institución profesional y científica sin fines de
lucro con más de 65 años de trayectoria que fue fundada el 31 de marzo de 1947
y nuclea a profesionales Dietistas, Nutricionistas Dietistas y Licenciados en
Nutrición. En el año 1949, se instituyó el 11 de Agosto como el Día del Dietista,
fecha que evoca el nacimiento del Profesor P. Escudero. En el año 1994, se
promulga la Ley Nº 24.301 del Ejercicio Profesional del Licenciado en
Nutrición, culminando así con el reconocimiento legal a nivel nacional.
El propósito de AADYND es contribuir al desarrollo de la
ciencia de la nutrición y promover su aplicación desde una visión integral. Con
presencia vigente y dinámica, en base a motivaciones trascendentes y
solidarias, con liderazgo y excelente capacidad técnico-científica; que comprende
el desarrollo de funciones relacionadas con investigación, información y
comunicación, asistencia técnica, formación y desarrollo de recursos humanos.
Uno de sus principales objetivos es impulsar iniciativas
relacionadas con la seguridad alimentaria y nutricional, identificando y
apoyando medidas económicas y sociales que contribuyan a lograr un óptimo
estado nutricional en la población. Por esa razón, AADYND tiene un fuerte
compromiso con la promoción de la salud, a través de la actualización y capacitación
de los profesionales nutricionistas, de la difusión de correcta información
nutricional y de la realización de programas de educación alimentaria y
nutricional a la comunidad.