Destacan el uso de técnicas por
cateterismo para detener sangrados
Se denominan ‘procedimientos de oclusión vascular o embolización’, se
realizan en la mayoría de los hospitales de todo el país
·
Con un catéter llegan hasta el sitio del
sangrado e inyectan micropartículas para ocluir el vaso sangrante. En algunos
casos además se depositan medicamentos.
·
Se indican en casos que producen anemias severas
en el transcurso de días o semanas y en aquellos cuadros hemorrágicos agudos
que pueden poner en peligro la vida del paciente, tales como las de origen
digestivo, pulmonar, obstétrico y ginecológico, entre otros.
La técnica de oclusión vascular o “embolización” por
cateterismo, se realiza desde hace más de 20 años, pero ha sido en los últimos
10 en que se extendió y masificó, con una tasa de éxito superior al 95 por
ciento” según manifestó el Dr. Guillermo Martino, médico Cardioangiólogo
Intervencionista y miembro del Comité de Docencia del Colegio Argentino de
Cardioangiólogos Intervencionistas (CACI).
El procedimiento se realiza en una sala de hemodinamia con
ambiente estéril como en cirugía. Está provisto de un equipo de rayos con el
que se puede visualizar y guiar el avance del catéter hasta llegar al lugar del
sangrado. El sitio de acceso se realiza por la ingle o por la muñeca. Suele
hacerse con anestesia local, aunque ocasionalmente puede ser necesario otras
formas de anestesia. El riesgo del procedimiento está de acuerdo a la severidad
de la patología que se trata.
Cada vez es mayor la indicación de tratamiento paliativo por
este método en tumores sangrantes. También es
frecuente hoy en día tratamientos híbridos combinados con la cirugía. Si
el paciente no tiene otra condición de base el tiempo de internación es menor
que un tratamiento quirúrgico.
Con respecto a las hemorragias pulmonares, denominadas
‘hemoptisis’, el Dr. Alberto Tamashiro, también miembro del CACI, destacó “que
ocurren generalmente en pacientes con procesos inflamatorios pulmonares
crónicos donde se forman áreas con redes de vasos sanguíneos microscópicos que
están en contacto con las vías aéreas bronquiales. Una infección aguda o un
esfuerzo provocan la ruptura de los capilares que en casos graves pueden llegar
a producir asfixia por inundación de sangre en las vías aéreas. Tiene una
mortalidad mayor al 50% en pacientes sin tratamiento [1],[2] por lo que el
procedimiento de embolización se debe realizar en forma urgente. En casos leves
y a veces en los moderados, el tratamiento médico de la enfermedad de base
puede remitir este síntoma.
Un registro llevado a cabo en el Hospital Nacional Prof.
Alejandro Posadas, entre mayo de 2000 y junio de 2012, conducido por el Dr.
Tamashiro, evaluó el tratamiento por embolización de 70 pacientes con
hemoptisis severa o masiva, con un nivel de éxito en el procedimiento del 93%.
En cuanto a la accesibilidad de los implementos básicos para
el desarrollo de esta técnica, el Dr. Martino remarcó que “este tipo de
procedimientos se ha difundido ampliamente por lo que los insumos básicos están
disponibles en la gran mayoría de los hospitales”.
Para la detección, selección de la técnica y atención
integral del paciente, los cardioangiólogos intervencionistas trabajan en
conjunto con los especialistas en cardiología, neumonología, medicina interna y
terapia intensiva.
Acerca del CACI
El Colegio Argentino de Cardioangiólogos Intervencionistas
(CACI) es la única sociedad argentina en esta especialidad. Fue creado en 1985
con la finalidad de nuclear a todos los especialistas en diagnóstico y
tratamiento de las enfermedades cardiovasculares por cateterismo. Hoy cuenta con
más de 500miembros asociados.
CACI desarrolla una amplia actividad científica en el país.
Desde el año 1990 realiza un congreso anual de Cardioangiología
Intervencionista en distintas ciudades del interior del país, con una
importancia cada vez mayor y una creciente concurrencia.
Coordina el Programa Educativo Integral (P.E.I.), junto con
los consejos de hemodinamia y cardiología intervencionista de la Sociedad
Argentina de Cardiología (SAC) y de la Federación Argentina de Cardiología
(FAC).
CACI cuenta con la primera y más antigua carrera de
Especialista en Cardioangiología Intervencionista del mundo, de tres años de
duración, llevada a cabo conjuntamente con la Universidad de Buenos Aires. Ya
ha formado a más de 150 cardiólogos intervencionistas de Argentina y del mundo.
CACI participa, junto a distintas organizaciones de Salud,
en el desarrollo de nuevas regulaciones y guías de trabajos, así como en la
aceptación de la tecnología de reciente lanzamiento; y es el encargado de
supervisar a los médicos y a los centros asistenciales que practican la
especialidad en la Argentina.
Para mayor información consultar en www.caci.org.ar
//www.revistacaci.org.ar
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