lunes, 29 de septiembre de 2014

La importancia de prevenir el cáncer de cólon



Fuente: Prensa Ministerio de Salud - Mendoza

El cáncer colorrectal (CCR) es el tercer cáncer más frecuente en nuestro país, detrás del de mama y próstata. Según estimaciones de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés) en Argentina se produjeron 13.558 nuevos casos en 2012, de los cuales 7.237 corresponden a hombres y 6.321 a mujeres.
 


El Ministerio de Salud y el Instituto Nacional del Cáncer (INC), dependiente del Ministerio de Salud de la Nación, realizaron hoy en el hospital Lagomaggiore, una jornada de trabajo para poder implementar el Programa Nacional de Prevención y Detección Temprana del Cáncer Colorrectal (PNCCR) en Mendoza.


La presentación ante autoridades locales y equipos de salud de la Provincia, estuvo a cargo de Ubaldo Gualdrini, médico responsable del programa a nivel nacional y del referente provincial, Sergio Salomone.

El cáncer colorrectal (CCR) es el tercer cáncer más frecuente en nuestro país, detrás del de mama y próstata. Según estimaciones de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés) en Argentina se produjeron 13.558 nuevos casos en 2012, de los cuales 7.237 corresponden a hombres y 6.321 a mujeres.

El CCR es el segundo cáncer de mayor mortalidad. En 2012, provocó 6.958 muertes, ubicándose en segundo lugar luego del cáncer de pulmón con 9.230 muertes y precediendo al cáncer de mama que produjo 5.590 defunciones, según datos de la Dirección de Estadísticas e Información de Salud (DEIS) del Ministerio de Salud de la Nación. Más del 90% de los casos de cáncer colorrectal se producen en personas mayores de 50 años con una incidencia levemente mayor en hombres que en mujeres.

El otro 25% se produce en personas con riesgo adicional antecedente personal de adenomas únicos o múltiples, cáncer colorrectal o enfermedad inflamatoria intestinal y antecedentes familiares de CCR o de adenomas únicos o múltiples.

Entre los objetivos de este Programa figuran: el control y seguimiento de los grupos más vulnerables (con mayor riesgo), con los cuales desarrollan tareas de prevención y detección temprana, el fortalecimiento del circuito de derivación para consulta, diagnóstico, tratamiento y seguimiento de los pacientes y la implementación de un Programa de tamizaje en la población general.

Ubaldo Gualdrini declaró: “Hoy empezamos a trabajar en la implementación del Programa Nacional en Mendoza, que ya tiene aprobación a nivel nacional desde diciembre del año pasado, en una primera etapa. Este es un programa que tiene como objetivo disminuir la incidencia de mortalidad  de esta enfermedad, lograr una detección temprana, ya que es una enfermedad asintomática”.

“Este programa está dirigido a dos grupos uno más vulnerable, que tiene antecedentes familiares o personales que tienen un riesgo mayor de tener un cáncer de colon y que queremos controlar de manera efectiva,  y por otro lado destinada a la población en general que se desarrollará en dos etapas: una primera etapa prevé un test inmunoquímico de sangre oculta en materia fecal para las personas de entre 50 y 75 años y una segunda que contempla una video colonoscopía completa en el caso de que ese examen haya dado positivo”, agregó el funcionario nacional.

Por su parte el responsable en Mendoza  Sergio Salomone expresó que: “Esta es una jornada de trabajo para poder implementar en un futuro el programa en la Provincia, en un comienzo se implementará en el gran Mendoza, Godoy cruz, Guaymallén, Las Heras, Capital, Luján y Maipú para luego extenderlo a toda Mendoza. En primer instancia la atención se realizara en los centros de salud cabeceras y en los consultorios de gastroenterología de los dos principales hospitales de Mendoza Central y Lagomaggiore”.

“Este es un programa de despistaje es para pacientes asintomáticos de 50 años o más, aunque también se atenderán pacientes con síntomas para su derivación y resolución con un tratamiento adecuado.  Así también está dirigido a pacientes con antecedentes familiares y por último  a pacientes con enfermedades inflamatorias como Colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn, o con un pólipo y a partir de ahí se genera una historia clínica", sostuvo Salamone.

Además el profesional  subrayó que el  propósito de este Programa es detectar la lesión benigna, es decir  no es el objetivo detectar el cáncer sino prevenirlo, y en el caso de detectarlo realizar su tratamiento y seguimiento adecuado.

¿Quiénes pueden tener cáncer de colon y recto?
La investigación ha demostrado que personas con ciertos factores de riesgo tienen más probabilidad que otras de padecer cáncer colorrectal:
-Edad mayor de 50 años: El cáncer colorrectal es más probable que ocurra cuando las personas envejecen. Más del 90% de las personas con esta enfermedad fueron diagnosticadas después de los 50 años de edad.
-Pólipos colorrectales: Los pólipos son tumores en la pared interior del colon o del recto. Son comunes en personas de más de 50 años de edad. La mayoría de los pólipos son benignos (no cancerosos), pero algunos pólipos (adenomas) pueden convertirse en cáncer. Encontrarlos y extirparlos puede reducir el riesgo de cáncer colorrectal.
-Antecedentes familiares: Familiares cercanos (padres, hermanos, hermanas o hijos) de una persona con antecedentes de cáncer colorrectal tienen en cierta manera mayor probabilidad de presentarlo, especialmente si el familiar tuvo el cáncer a una edad joven. Si muchos familiares cercanos tienen antecedentes, el riesgo es aún mayor.
-Alteraciones genéticas: Los cambios en ciertos genes aumentan el riesgo de cáncer colorrectal.
-Antecedentes personales de cáncer: La persona que ya ha tenido cáncer colorrectal en el pasado puede presentarlo una segunda vez. También las mujeres con antecedentes de cáncer de ovarios, de útero (endometrio) o de mama tienen, en cierto modo, un mayor riesgo de padecer cáncer colorrectal.
-Colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn: La persona que ha tenido alguna enfermedad que causa inflamación del colon (como la colitis ulcerosa o la enfermedad de Crohn) por muchos años tiene un riesgo mayor de presentar cáncer colorrectal.
-Dieta: Algunos estudios sugieren que las dietas ricas en grasas (especialmente grasa animal) y pobres en calcio, folato (ácido fólico) y fibra pueden aumentar el riesgo de cáncer colorrectal. También, algunos estudios sugieren que las personas que consumen una dieta pobre en frutas y verduras pueden tener un riesgo mayor de cáncer colorrectal.
-Consumo de tabaco: La persona que consume algún tipo de tabaco puede tener un riesgo mayor de presentar pólipos y cáncer colorrectal.

¿Qué síntomas debemos comentar a nuestro médico?
Aunque en sus primeras etapas el cáncer colorrectal no suele dar síntomas, a veces sí los hay.
Estos síntomas incluyen:
• Sangrado por el ano.
• Cambio en la frecuencia o la consistencia habitual de las deposiciones.
• Dolor o molestias en el abdomen de aparición reciente.
• Pérdida de peso sin razón conocida.
• Fatiga y cansancio constante.
Para determinar la causa de los síntomas, el médico evalúa el historial personal y familiar, hace un examen físico del paciente y puede ordenar algunas pruebas de diagnóstico (análisis de sangre, colonoscopia, enema opaco, etc.). Si se observa una lesión en el colon debe realizarse una biopsia para determinar si ésta corresponde a un cáncer. La biopsia es indolora y consiste en extraer un minúsculo trozo de tejido durante la colonoscopia para que sea examinado en el laboratorio.

¿Cómo se puede prevenir?
-En adultos un nivel mínimo de 30 minutos diarios de actividad física regular (por ejemplo caminar) y de 60 minutos para niños y jóvenes en edad escolar.
-Una dieta saludable que se caracterice por: una baja ingesta de grasas de origen animal (fiambres, embutidos, manteca y leche entera, por ejemplo) y de ácidos grasos trans (presentes en la margarina, los productos de pastelería y las golosinas, entre otros), consumo de frutas y verduras (al menos 400 gramos por día), así como de legumbres, cereales integrales y frutos secos, y reducir al mínimo la exposición a aflatoxinas en los alimentos.
-Evitar el consumo de tabaco.


¿Puede detectarse el cáncer colorrectal antes de que aparezcan síntomas?
Las pruebas de cribado (screening) y/o de detección temprana pueden detectar pólipos. Los pólipos son tumores generalmente benignos (no cancerosos) que crecen o protruyen de la pared interna del colon o el recto y que pueden convertirse en cáncer. Si estos pólipos se extraen a tiempo se puede prevenir el cáncer.
Estas pruebas y exámenes también pueden detectar un cáncer colorrectal en sus primeras etapas, cuando aún no hay síntomas y el tratamiento puede ser más efectivo. En la mayoría de personas en las que se realizan las pruebas de cribado y de detección temprana no se encuentra ninguna alteración del intestino. Sin embargo, en aquellos en los que se encuentre alguna anormalidad, el diagnóstico y el tratamiento podrán hacerse con mayor prontitud.

¿De qué pruebas de cribado y de detección temprana  se dispone?
Examen de sangre oculta en heces. Se trata de una prueba que detecta la presencia de mínimas cantidades de sangre (no apreciable visualmente) en las heces. La prueba consiste en la toma de una muestra de heces por parte del propio individuo, y el posterior análisis por parte de un profesional sanitario.
Sigmoidoscopía: Se trata de un examen en el cual el médico explora el interior del recto y los primeros 60 cm del colon mediante un instrumento flexibleque lleva una pequeña cámara en su extremo y que se introduce por el ano. Si se encuentra algún pólipo, éste puede ser extirpado al mismo tiempo.
Colonoscopía:  Se trata de un examen en el que el médico explora el interior de todo el colon y recto mediante un instrumento flexible que se introduce por el ano y que lleva una pequeña cámara en su extremo. Es una prueba más laboriosa, y requiere realizarse mediante la administración de un sedante y en ocasiones bajo anestesia. Es fundamental una correcta limpieza del colon mediante la administración de un laxante. Si se encuentra algún pólipo, éste puede ser extirpado al mismo tiempo.
Colonoscopía virtual:  Se trata de un examen en el cual el médico explora el interior del intestino mediante tomografía computarizada (TC) tras la insuflación del colon con aire, y su posterior reconstrucción por ordenador. La prueba requiere la misma preparación que para la colonoscopia, pero sin necesidad de sedación. Si el resultado es positivo, es necesario efectuar una colonoscopia convencional para la obtención de biopsias o la extirpación del pólipo.
 

miércoles, 24 de septiembre de 2014

Más de 150 jóvenes se sumaron al Programa Conductor Designado

Fue en tres operativos realizados en los boliches La Guanaca, Runner y Alquimia. Los promotores trabajan con la misión de lograr adhesión voluntaria de los conductores. Se extenderá a otros departamentos.



El Ministerio de Salud, a través del Programa de Prevención de Accidentes, dependiente de la Dirección de Gestión Preventiva y Promoción, puso en marcha, desde el pasado 29 de agosto, el Programa Conductor Designado. El plan tiene como objetivo concientizar a jóvenes y adultos de los riesgos y consecuencias que implica el conducir en estado de ebriedad y de tal manera prevenir accidentes de tránsito.
 En su implementación trabajan el Ministerio de Salud y la Unidad Ejecutiva de Seguridad Vial y Transporte, según lo determina la Ley nº 8.630, para la prevención de incidentes viales causados por la ingesta de alcohol.
Las acciones se desarrollan los viernes y sábados en las playas de estacionamiento de locales bailables previamente acordados por las autoridades de Diversión Nocturna.
El balance durante los tres operativos realizados en los boliches La Guanaca, Runner y Alquimia fue positivo ya que más de 150 jóvenes participaron del programa, obteniendo premios del Ministerio de Salud.
Al respecto, el jefe de Programas Preventivos, Gustavo Tanús, señaló que la participación de los jóvenes “ha superado nuestras expectativas, teniendo en cuenta que el Programa es de reciente inicio”.
Cabe destacar que paralelamente a las acciones concretas, los promotores realizan la tarea de promoción mediante folletería y una página de Facebook que invita a los jóvenes a tomarse una selfie, subirla a la red social y colocarle “me gusta”. Luego la más votada recibe un premio.
Además, en el interior de los lugares bailables se proyecta el video de la campaña que realiza el Gobierno provincial “Vida y Vuelta”.
“Hay que destacar la incondicional predisposición y colaboración de los dueños de los boliches, del personal del stand, integrado por estudiantes de agentes sanitarios y la colaboración de la Unidad Ejecutiva de Seguridad Vial”, explicó Tanús, quien a su vez contó las novedades para el próximo operativo.

“Esta semana dispondremos de 1.200 remeras compradas por el Ministerio con diseño exclusivo de la temática que identifica al Programa, se reforzarán los materiales ya que adquirimos 2 nuevos alcoholímetros y pensamos también sumar el colectivo de “regreso seguro” para aquellos que no tengan un buen resultado en el test”.

jueves, 11 de septiembre de 2014

Del 8 al 12 de septiembre se lleva a cabo la Semana Nacional de la Epilepsia

Lejos de lo que se cree, el 70% de las personas afectadas puede trabajar, estudiar y tener una vida completamente normal. Para el 30% de los pacientes que no responden a fármacos existen líneas terapéuticas que van desde la cirugía hasta el seguimiento de regímenes dietarios que logran una reducción de las crisis hasta de un 50% en la mitad de los afectados.


Buenos Aires, 10 de Septiembre de 2014.- Si bien no existen datos exactos, las estimaciones indican que la prevalencia de la epilepsia oscila entre el 4 al 10 por 1.000 habitantes, es decir, casi una de cada 100 personas padece la enfermedad.[1] En nuestro país serían alrededor de 400 mil personas afectadas. Hoy se sabe que el 30% de estos pacientes no responden a las medicaciones convencionales (epilepsias refractarias) y para ellos están disponibles líneas terapéuticas específicas como la cirugía, la estimulación del nervio vago –un mecanismo cuya acción no se conoce aun completamente- o la denominada dieta cetogénica. Durante toda esta semana, varios hospitales brindan charlas gratuitas para pacientes y familiares para desterrar mitos y temores sobre la afección.

“La puesta en marcha de la Semana Latinoamericana de la Epilepsia surge con la intención de brindar más información a los pacientes y sus familias sobre qué tipo de enfermedad es la epilepsia, cuáles son sus características y de esta manera sacarle el estigma y los mitos que surgen a su alrededor. Muchas veces, por vergüenza, la gente tiende a ocultar su enfermedad”, señaló la Dra. María del Carmen García, coordinadora de la Sección Epilepsia del Servicio de Neurología del Hospital Italiano y secretaria del Grupo de Trabajo de Epilepsia de la Sociedad Neurológica Argentina.

La epilepsia puede afectar a cualquier persona, sin importar la edad o el sexo, y si bien las crisis tienden a aparecer en la infancia y en la adolescencia tardía, la incidencia vuelve a aumentar después de los 65 años. En muchos casos las causas de la enfermedad son desconocidas, son las denominadas epilepsias criptogénicas, en tanto que en otros casos la afección puede ser de origen genético (Epilepsias Idiopáticas) o bien el resultado de anomalías congénitas, enfermedades vasculares como el infarto vascular, infecciones del cerebro, tumores, enfermedades degenerativas o lesiones.

La epilepsia habitualmente se maneja a través de medicamentos antiepilépticos que actúan sobre la química del cerebro y logran que entre el 60 y el 70 por ciento de los pacientes lleven una vida normal. No obstante, el restante 30 por ciento de los pacientes que no responde a la medicación (epilepsia ‘refractaria’) debe considerar otras opciones ya que además, las posibilidades de éxito de una nueva droga en estos pacientes rondan en el orden del 5 por ciento.

“Las epilepsias refractarias son más frecuentes en los chicos menores de 5 años y se calcula que constituyen alrededor del 30%. Entre las opciones terapéuticas que se manejan para estos casos se encuentran la cirugía, la estimulación del nervio vago y el tratamiento dietario, entre estas últimas la denominada dieta cetogénica clásica, utilizada mayormente en chicos, y la dieta de Atkins modificada, indicada para adultos y adolescentes”, indicó la Dra. María Vaccarezza, neuróloga infantil y médica de planta del Hospital Italiano de Buenos Aires.

La dieta cetogénica (DC) está basada en una alimentación elevada en grasas y baja en hidratos de carbono. Incluye alimentos comunes como crema, aceite, manteca, carne, pollo, huevo, quesos, pescado, frutas y verduras. También existe una leche medicamentosa que puede usarse para preparar comidas o en caso de pacientes lactantes o que se alimenten por gastrostomías, es decir a través de una sonda percutánea. Entre los alimentos que están prohibidos se encuentran los cereales, las papas, galletitas, choclo, batata o pastas. La DC no es para toda la vida ya que de resultar efectiva en el paciente éste la adoptará por un periodo de 2 a 3 años, para luego gradualmente irla convirtiendo en una dieta común.

La epilepsia en cifras

De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, OMS, unas 50 millones de personas padecen de epilepsia en el mundo y cerca del 80% de los pacientes proceden de regiones en desarrollo. A su vez, la organización advierte que alrededor de las tres cuartas partes de las personas afectadas residentes en países en desarrollo no reciben el tratamiento que necesitan. Asegura además, que los pacientes y sus familias pueden ser víctimas de la estigmatización y la discriminación. [2]

Según la Dra. García, “el impacto a nivel emocional en los pacientes con epilepsia es enorme ya que si bien es cierto que es una patología crónica como la diabetes o el asma, a las personas les da mucha vergüenza que el otro los vea con alguna convulsión. Por otra parte, a nivel laboral el hecho de que no los contraten por ser epilépticos los lleva a ocultar su enfermedad. Lo cierto es que más del 70% puede desempeñarse normalmente, salvo en aquellos trabajos que impliquen actuar en alturas o manejar maquinaria pesada”.

Diagnóstico

Para alcanzar el diagnóstico de epilepsia le primera herramienta que debe poner en juego el médico es el interrogatorio. De esta forma, sabrá si existen factores de riesgo en el paciente que ha sufrido una crisis epiléptica, tales como antecedentes familiares, enfermedades previas, historia de sufrimiento fetal o tras el parto o antecedentes de traumatismos de cráneo.

“En algunos pacientes el diagnóstico es claro y rápido, mientras que en otros es más dificultoso, sobre todo si tienen convulsiones generalizadas ya que se pueden confundir con cuadros de baja presión, como son los síncopes, o con episodios que parecen convulsiones pero que en realidad tienen una base psicológica o emocional. No obstante, en la gran mayoría el diagnóstico es rápido”, sostuvo la Dra. García.

La entrevista al paciente deberá además ir acompañada de pruebas diagnósticas en donde se incluye el electroencefalograma, utilizado para medir la actividad eléctrica cerebral y de este modo identificar las descargas eléctricas anormales de las neuronas que desembocaron en la crisis. De acuerdo a cada caso, también podrá requerirse una resonancia magnética para descartar cualquier lesión interna en el cerebro. Estos estudios podrán ir acompañados, si el médico así lo considera, por un video-electroencefalograma, el Spect Cerebral o la tomografía de positrones, PET, además de una evaluación cognitiva y psiquiátrica.

Síntomas

En la epilepsia los síntomas estarán íntimamente relacionados con la parte del cerebro en donde tienen origen. Así, existen las denominadas crisis generalizadas que se inician en algún punto del cerebro y pronto involucran a otras regiones distribuidas en forma bilateral, y las crisis focales donde la descarga eléctrica comienza en una zona que en ocasiones se propaga por el resto de la corteza. [3]

Las crisis epilépticas pueden provocar la pérdida de conciencia, la caída al piso de la persona, rigidez y temblor en los miembros y también muecas en la cara. En tanto, en otras ocasiones los pacientes sufren una desconexión con el entorno, fijan su mirada un instante y hacen movimientos con la boca. También, hay quienes ante determinados episodios epilépticos ven alteradas las maneras de percibir las imágenes o los sonidos. Mientras que algunas personas no son conscientes de que están sufriendo una crisis epiléptica, otras, en cambio, pueden describir lo que les está sucediendo y hasta recordar cómo empezó el episodio, fenómeno que se conoce como “aura”.

Nuestro cerebro está compuesto por millones de células nerviosas denominadas neuronas, responsables de muchas funciones entre las cuales se encuentran la conciencia, la generación y el reconocimiento de las palabras, los movimientos y las posturas del cuerpo. Las neuronas funcionan de forma organizada y bajo mecanismos de regulación, pero cuando el sistema eléctrico del cerebro deja de funcionar correctamente por un período breve de tiempo ocurren las crisis epilépticas, es decir, en vez de descargar actividad eléctrica de forma controlada, las neuronas lo hacen de forma anormal.

Acerca de la Dieta Cetogénica

Según explicó la Dra. Vaccarezza, “el efecto anticonvulsivante de la dieta cetogénica se produce por múltiples mecanismos, uno es a través de las cetonas, que son sustancias que aparecen en la sangre al comer mucha grasa y pocos hidratos de carbono, y que poseen un efecto anticonvulsivante directo sobre el cerebro. En tanto, la glucosa levemente baja también tendría el mismo efecto. A su vez, la DC mejora la actividad mitocondrial y potencia la acción de los neurotransmisores”.

“Con la dieta cetogénica se logra un control de más del 50 por ciento de las convulsiones en la mitad de los pacientes y entre un 10 y un 15 por ciento de los mismos dejan de tener crisis. Este tipo de dieta se realiza por 6 meses, si funciona bien se continua por 2 o 3 años. Hay pacientes a los cuales se les suspende por un lapso de tiempo, en los chicos sobre todo porque puede haber problemas óseos con el tiempo o aumento del colesterol, y luego se retoma. En pacientes graves, con muchos episodios, la dieta se prolonga por 4 o 5 años”, indicó la Dra. Vaccarezza.

La DC no es nueva. Ya en 1920 se había probado su eficacia cuando un grupo de especialistas planteó la posibilidad de reducir por completo el consumo de hidratos de carbono para disminuir las crisis epilépticas. A nivel local, la dieta cetogénica se utiliza desde hace más de veinte años en centros médicos de todo el país, entre los que se encuentran el Hospital Garrahan, el Hospital Sor María Ludovica de La Plata, el Grupo Asistencial El Árbol, de Santa Fe, y el Hospital Italiano de Buenos Aires.

“Es importante considerar que muchas veces, cuando los pacientes tienen crisis frecuentes y requieren de mucha medicación, estas terminan perjudicando la capacidad cognitiva por los efectos colaterales. La DC permite en estos casos el retiro de varios medicamentos, así, chicos que ingresaban tomando 3 o 4 fármacos, luego de la dieta, pasan a tomar sólo 1. Aun con la dieta, los pacientes siguen tomando alguna mediación, pero sin dudas se minimiza la ingesta de las mismas”, aseveró la Dra. Vaccarezza.


Para mayor información consultar en www.dietaparaepilepsia.com.ar