En el marco del ciclo de charlas que la Secretaría de Relaciones Institucionales y Capacitación Gremial conjuntamente con la Secretaría de Salud Laboral de la Asociación Mendocina de Profesionales de la Salud ha encarado para brindar soluciones a la violencia de género y laboral en ámbitos de la salud, el 22 de marzo a la mañana se realizó en el auditorio de la entidad gremial la “Primera Jornada de Capacitación sobre la sensibilización y herramientas para el abordaje de la violencia de género”.
La socióloga Débora Robledo, del área de Capacitación de la Dirección de Género y Diversidad del Ministerio de Salud de la Provincia remarcó que “en principio buscamos darle un encuadre social a esta problemática para ver cuáles son las características y especificidades. Si bien es un tema que no es ajeno a nadie, muchas veces se cometen errores conceptuales que se traducen en el abordaje de la situación.
“Fruto de la movilización social de las mujeres que lo colocaron en la agenda, comenzó a tener mayor injerencia en los ámbitos públicos y privados. O sea que esto devuelve a quienes trabajamos en la problemática, una gran responsabilidad social”, añadió Robledo.
En este sentido, los distintos organismos públicos han empezado a entender que algo deben hacer, que está presente en todos los ámbitos de la salud y que convive con una sociedad patriarcal.
“El patriarcado atraviesa estructuras judiciales que aún resisten la aplicación de la Ley 26.485 de Protección Integral de las Mujeres”, sostuvo la jurista Liliana Capadona.
La doctora Cecilia Sanguedolce remarcó que “hasta en nuestra formación tuvimos esta cultura patriarcal: así como el feminismo fue justificando su razón de ser, el patriarcado también”. Por ello, un hombre sensibilizado con este abordaje entiende que por ser hombre goza de privilegios que no tiene su compañera y es capaz de resignarlos, en pos de su familia.
“No podemos generalizar, las mujeres debemos darnos muchas discusiones y propiciar una mayor participación del hombre en los ámbitos domésticos, entendiendo que somos “nosotras y nosotros” quiénes educamos a los hijos. Desde el equipo, en nada podemos abordar y repensar herramientas si primero no nos cuestionamos acerca de qué nos está pasando con esto, cómo nos posicionamos en el trabajo y ante una mujer que relata una situación de violencia”, aseveró la doctora Liliana Capadona.
“Si no logramos entenderlo, es muy probable que reproduzcamos los estereotipos que llevaron a la mujer a este escenario”, enfatizaron las profesionales de la Dirección de Género y Diversidad.
La ley dice que debe garantizarse el patrocinio de los casos por parte del Estado. En este sentido, la profesional remarcó que los equipos interdisciplinarios realizan abordajes diferentes según el tipo de problemática. “El enfoque no es el mismo, la realidad nos pasó por encima. A modo de ejemplo, en Lavalle vimos que ninguna de las herramientas que se utilizan para acá, funcionan en la zona rural. Allí las mujeres están mucho más desprotegidas”, sostuvo Robledo.
“Las mujeres se animan a decir basta; a decir que van a salir a trabajar y a retomar sus estudios porque pueden. Como respuesta, esto provoca más violencia de parte del hombre”, completaron las licenciadas Marta Ortiz e Isabel Gattás, organizadoras del ciclo.
Ya lo sostenía el escritor Eduardo Galeano: “El miedo de la mujer a la violencia del hombre es el espejo del hombre a la mujer sin miedo”.
“Las mujeres debemos empezar a desactivar desde el chiste machista, porque sencillamente, esto nos cuesta la vida”, concluyeron las disertantes. El ciclo de charlas continuará y podrán participar todos los efectores de la salud.
