martes, 18 de octubre de 2016

Merecida distinción para el Centro de Lactancia y Recolección de Leche Materna del hospital Humberto Notti




La Legislatura de Mendoza reconoció la labor que se hace con decenas de madres e hijos que asisten a diario a este efector de salud. Además, se condecoró a dos de sus profesionales: la doctora Marisa Moyano y la licenciada en Nutrición, Romina Calella.


En la mañana del pasado viernes, la Legislatura de Mendoza reconoció la labor en la creación y funcionamiento del Centro de Lactancia y Recolección de Leche Materna “Dra. María Cristina Méndez de Feu”, que funciona en el hospital pediátrico “Dr. Humberto Notti”. Además, se distinguió a la doctora Marisa Moyano (jefa médica del Centro) y la licenciada en Nutrición, Romina Calella (jefa técnica) por su trascendencia profesional en el ámbito de la salud.

Este Centro tiene como objetivo que las mamás que tienen a sus pequeños internados, cuenten con un espacio cómodo, seguro e higiénico para extraer su leche para amamantar a su hijo o bien para mamás que quieran donar al Banco de Leche Humana del Hospital Lagomaggiore, para así abastecer a otros niños que la necesiten para nutrirse, sin ningún costo económico.

Durante el período que lleva de funcionamiento, como resultado del suministro de leche materna de la propia madre o leche materna pasteurizada proveniente del BLH, ya han sido tratadas de manera exitosa diferentes patologías en niños recién nacidos tales como prematurez y malformaciones del tubo digestivo o cardíacas.

Este Centro de Lactancia constituye un ámbito especializado dentro de la institución de salud, responsable de la promoción y apoyo a la lactancia materna. Ofrece la posibilidad a las mamás de la extracción segura de su leche materna, como el almacenamiento de la misma, mediante procesos controlados de extracción, conservación, fraccionamiento, almacenamiento y distribución a cargo del hospital.

Fue inaugurado hace poco más de un año, gracias al esfuerzo de muchos profesionales y colaboradores, especialmente la doctora María Cristina Méndez de Feu, quien comenzó a trabajar en el tema en 1993 tratando de concientizar y difundir los beneficios de la lactancia materna. A finales del 2013 se le asignó un lugar físico dentro del Área de Internación y junto con la ayuda de la Asociación Cooperadora, de los distintos servicios del hospital y de diversas fundaciones, se logró reacondicionar el lugar para que el 16 de octubre de 2015 se realizara su inauguración.

“Según recomendaciones de UNICEF y la Organización Mundial de la Salud, tornan operativo el derecho del niño a alimentarse de la leche materna y el de la madre a ser asesorada y acompañada a fin de poder proveer de la misma a su hijo. La lactancia exclusivamente materna durante los primeros seis meses de vida aporta muchos beneficios tanto al niño como a la madre. El inicio temprano de la lactancia materna protege al recién nacido de las infecciones y reduce la mortalidad neonatal, especialmente de los niños malnutridos”, describió la senadora Claudia Najul, encargada de entregar las distinciones.

“La leche materna es fuente de energía y de nutrientes para los bebés de 6 a 24 meses de vida. Puede aportar más de la mitad de las necesidades energéticas del niño entre los 6 meses y los 12, y un tercio entre los 12 y los 24. La lactancia materna también contribuye a la salud y bienestar de las madres: reduce el riesgo de cáncer de ovario y mama y ayuda a espaciar los embarazos”, concluyó la legisladora radical.


domingo, 16 de octubre de 2016

Casi 4 de cada 10 argentinos que tienen hipertensión no lo saben



El 36,3 por ciento de los argentinos mayores de 18 años padece hipertensión, una enfermedad crónica en la que la sangre circula por las arterias con más fuerza que la normal, lo que lesiona tanto al corazón como a estos vasos sanguíneos. Sin embargo, casi 4 de cada 10 (38,8%) hipertensos desconoce que tiene la enfermedad. Éstas son algunas de las conclusiones de la segunda edición del REgistro NAcional de hiperTensión Arterial (RENATA-2), una de las principales investigaciones presentadas durante el 42º Congreso Argentino de Cardiología.

Entre otros resultados del trabajo, que fue una iniciativa conjunta de la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC) -a través de su Consejo de Hipertensión Arterial- y la Federación Argentina de Cardiología (FAC), se observó que apenas el 55.5% de las personas con hipertensión arterial (HTA) estaba bajo tratamiento, y solamente 1 de cada 4 (24,2%) tenía su enfermedad bajo control. Además, los niveles de individuos hipertensos aumentaron significativamente con la edad, circunstancia que era esperable y se corresponde con las estadísticas y la práctica médica diaria.

“La hipertensión es un enemigo que debemos combatir. Como primera medida, es fundamental que ese alto porcentaje de pacientes hipertensos que no conocen que tienen esta patología sean diagnosticados y controlados; esto se logra mediante la concientización y la consulta al especialista”, afirmó el Dr. Claudio Majul, Coordinador del Estudio Renata-2 y miembro del Comité Asesor del Consejo de Hipertensión Arterial de la Sociedad Argentina de Cardiología.

El RENATA-2 es un registro de prevalencia, conocimiento y control de la Hipertensión Arterial en la población general Argentina. Consistió en un relevamiento nacional llevado a cabo entre agosto de 2015 y marzo de 2016, del que participaron 5931 individuos mayores de 18 años de 25 distritos de la CABA, Provincia de Buenos Aires, Córdoba, Chubut, Corrientes, Entre Ríos, Formosa, La Pampa, La Rioja, Mendoza, Neuquén, Salta, San Juan, San Luis, Santa Fe, Santiago del Estero, Tierra del Fuego y Tucumán. Para su realización se contó con el patrocinio del laboratorio Gador y de la empresa Nestlé para su marca Glaciar, entre otros colaboradores.

Incluyó una consulta clínica, con 3 tomas de presión arterial, una del perímetro abdominal -desde la última costilla hasta la cresta ilíaca-, y una medición del cuello a cada participante, más un interrogatorio complementario. La investigación fue realizada en el Registro Nacional de las Personas, una entidad dependiente del Ministerio del Interior y Transporte de la Nación.

El Dr. Augusto Vicario, miembro y ex Secretario General de la Federación Argentina de Cardiología, sostuvo que “ya en 2008-2009 una primera edición del estudio (RENATA-1) había arrojado cifras semejantes, aunque hoy estamos todavía peor que hace 7 años: la prevalencia de HTA aumentó un 8,5% (de 33,5% a 36,3%), el porcentaje de pacientes que desconoce que padece esta patología se incrementó un 4,3% (37,2% vs 38,8%) y la cantidad de hipertensos que tienen controlada su enfermedad bajó en un 8,7% (26,5% vs. 24,2%)”. Los valores de prevalencia son concordantes con la última Encuesta Nacional de Factores de Riesgo del Ministerio de Salud de la Nación (2013), que arrojaron un 34,1% [1].

“La hipertensión arterial es una cuestión prioritaria en el ámbito de la salud pública, dado que constituye el principal factor de riesgo asociado a los eventos cardiovasculares y se relaciona también con otras patologías severas. Las cifras obtenidas son desalentadoras y es central aunar esfuerzos para poder trabajar sobre este indicador”, manifestó el Dr. Daniel Berrocal, presidente de la Sociedad Argentina de Cardiología y del Comité Organizador del 42° Congreso Argentino de Cardiología.
“Motivó el trabajo conjunto de la Sociedad Argentina de Cardiología y la Federación Argentina de Cardiología el objetivo de darle seguimiento a lo detectado en el RENATA-1, que ya nos mostraba un tremendo subdiagnóstico y una alarmante falta de control de la hipertensión arterial. 

Lamentablemente, 7 años después, lejos de mejorar esos parámetros observamos que estamos aún peor, lo que marca la importancia y la necesidad de trabajar en conjunto Estado-Sociedades Científicas- e Industria Farmacéutica para disminuir la mortalidad cardiovascular en la Argentina, tarea en la que cada uno por separado lamentablemente hemos fracasado”, reflexionó el Dr. Guillermo Fábregues, ex presidente de la Sociedad Argentina de Cardiología y otro de los coordinadores del relevamiento.



Por su parte, el Dr. Miguel González, vicepresidente de la SAC y presidente del Comité Científico del Congreso, explicó que esta afección “se mide como la fuerza ejercida por el flujo de la sangre sobre las paredes de las arterias. Se registran tanto en el momento de máxima tensión (sistólica), como de mínima (diastólica). Si ésta es mayor o igual a 140/90 mm Hg a lo largo de 3 mediciones correctas -con el paciente en reposo y tranquilo- se diagnostica la hipertensión arterial. Es una condición crónica pero que detectada, afortunadamente cuenta con tratamientos que permiten mantenerla bajo control”.

La HTA es prevenible adoptando un estilo de vida saludable. Entre otros, se recomienda presentar un peso corporal adecuado, realizar actividad física de manera regular y llevar una dieta equilibrada, baja en sal y rica en frutas, verduras, legumbres y pescado. En aquellas personas que además son fumadoras, el daño se potencia, por lo que la indicación enfática también incluye dejar de fumar.

“Una de las principales conductas que contribuyen al desarrollo de hipertensión es la ingesta excesiva de sal, un hábito que lamentablemente suele adquirirse desde la infancia. Disminuir la ingesta de sal puede reducir entre un 20 y un 30% la cantidad de eventos cardiovasculares, y esto se logra quitando el salero de la mesa, reemplazando la sal al cocinar por otras especias que aporten sabor, y, primordialmente, consumiendo menos productos procesados y panificados, que son una de las principales fuentes de sodio en la dieta de los argentinos”, consignó el Dr. Gustavo Cerezo, ex presidente de la Federación Argentina de Cardiología.

“Reducir el consumo de sal no es una tarea sencilla: requiere, en buena medida, de una concientización de la población y luego de un accionar de cada persona, lo que supone un gran esfuerzo individual para modificar hábitos. Lo primordial es que en conjunto logremos dimensionar el problema para poder pensar en el largo plazo”, aseguró el Dr. Alejandro Delucchi, Director del Consejo de Hipertensión Arterial de la Sociedad Argentina de Cardiología y también Coordinador del Renata-2.


“Como médicos y, especialmente, como cardiólogos debemos hacer de la concientización una cuestión fundamental. En cada consulta se debe compartir con el paciente toda esta información, explicándole que, si logra llevar a cabo un cambio profundo en su estilo de vida, muy probablemente consiga mejorar muchos de los parámetros de riesgo cardiovascular”, concluyó el Dr. Majul.

viernes, 14 de octubre de 2016

Los 5 pasos fundamentales frente a un infarto





 De acuerdo con datos oficiales, las enfermedades cardiovasculares representan la principal causa de muerte en el país: explican uno de cada tres fallecimientos (236 muertes cada 100.000 habitantes) y el 13 por ciento de los años de vida potencialmente perdidos[1]. Mientras que uno de los cuadros más graves de la presentación de la enfermedad coronaria es el infarto agudo de miocardio (IAM)[2] , que en la Argentina es responsable anualmente de 15.272 muertes, de las cuales más de un tercio (5.606) corresponde a menores de 70 años. Se estima que cada año se producen en nuestro medio 50.000 infartos agudos de miocardio[3], aunque este dato podría estar muy subestimado, ya que muchos pacientes (aproximadamente cerca de la mitad) no son diagnosticados y fallecen antes de llegar a ser identificados.

Por este motivo, desde la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC) y el Colegio Argentino de Cardioangiólogos Intervencionistas (CACI), en pleno marco del 42° Congreso Argentino de Cardiología, hicieron un llamado a la población para actuar en forma inmediata, ya que cuando se produce un infarto el tiempo es crucial y en cómo se actúe estará la clave para hacer la diferencia entre la vida y la muerte.

A tal efecto, reconocen 5 pasos fundamentales que deberían cumplir todas aquellas personas desde que perciben los primeros síntomas hasta la llegada de la ambulancia. Ellos son: 1) Reconocer los síntomas; 2) Actuar en forma inmediata, no esperar a que los síntomas progresen; 3) Notificar inmediatamente de la situación a quienes estén cerca suyo; 4) Llamar al servicio de emergencias; 5) Masticar una aspirina mientras aguarda la llegada de la atención médica.

Primer PasoReconocer los síntomas. El infarto suele manifestarse con dolor de pecho de comienzo brusco, que puede estar irradiado a brazos, mandíbula, espalda o la parte superior del abdomen. “Sin embargo, muchas veces los síntomas son variados, por lo que recomendamos enfáticamente que ante la presencia de cualquier dolor atípico, se piense en la posibilidad de que sea un infarto y se actúe en consecuencia”, consignó el Dr. Daniel Berrocal, cardioangiólogo intervencionista, presidente de la Sociedad Argentina de Cardiología.

Segundo PasoNo esperar a que los síntomas progresen. Es muy frecuente que la gente no haga nada a la espera de que desaparezcan los síntomas. Sin embargo, la mayoría de las veces, en lugar de remitir, éstos progresan y el tiempo perdido es muy valioso y empeora el pronóstico.

Tercer Paso: Notificar inmediatamente de la situación a quienes estén cerca suyo. Es habitual que los individuos no compartan su malestar con las personas de su entorno. Resulta prioritario notificar inmediatamente la situación a quienes estén presentes, ya que lo ayudarán en la realización de los pasos siguientes. También es recomendable que alguien lo acompañe luego en la ambulancia.

Cuarto PasoLlamar al servicio de emergencias. El propio afectado, si es que está solo, o las personas de su entorno que ya fueron notificadas de la situación, deben comunicarse en forma inmediata con el servicio de emergencias. “Cuando ocurren los síntomas, hay que llamar urgentemente a la ambulancia y explicarle lo que está sucediendo. Es importante saber que el servicio del SAME tiene un Código Infarto y activa inmediatamente la consulta”, señala el Dr. Marcelo Bettinotti, médico especialista en Cardioangiología Intervencionista y miembro del CACI.

Es preferible que sea una ‘falsa alarma’ en lugar de dejar avanzar el cuadro sin hacer nada. El propio sistema de salud promueve que la gente llame de más a emergencias a que lo haga con el cuadro avanzado o que directamente no llame. “Mucha gente tiene miedo al episodio de la llegada de la ambulancia y al movimiento que esto genera en el barrio. Se ha escuchado decir ‘antes de llamar a la ambulancia, me muero’ y, lamentablemente, eso es exactamente lo que a veces termina sucediendo”, expresó el Dr. Alejandro Cherro, cardioangiólogo intervencionista, presidente del Colegio Argentino de Cardioangiólogos Intervencionistas (CACI).


Quinto Paso: Masticar una aspirina. Existe consenso internacional en que masticar una aspirina en esta situación, por sus efectos como antiagregante plaquetario, puede representar una pequeña ayuda para comenzar el proceso de desobstrucción del trombo que seguramente está impidiendo el flujo normal de sangre al corazón.

Sobre los tiempos de atención
Es fundamental reducir el tiempo que transcurre desde la aparición de los primeros síntomas hasta el ingreso a una sala de hemodinamia para la realización de un procedimiento de reperfusión coronaria (angioplastia), la intervención por excelencia para restaurar el flujo sanguíneo de la arteria obstruida. Resultados preliminares de la investigación ARGEN-IAM-ST 2015-2016[4], un trabajo conjunto de la Sociedad Argentina de Cardiología y la Federación Argentina de Cardiología, que involucró a 1.759 pacientes de 247 centros de todo el país, mostraron que fue de 135 minutos el tiempo promedio transcurrido desde los primeros síntomas hasta la llegada del paciente a una guardia hospitalaria capacitada para llevar a cabo una angioplastia, o al menos la aplicación de medicación antitrombótica. Estos valores se redujeron un 23,7% respecto de un anterior trabajo llevado a cabo en 1994 (CONAREC II)[5] que había registrado una demora de 177 minutos.

“Podría decirse que haber reducido el tiempo en 40 minutos es más que alentador, aunque esto ocurre después de 22 años de haber trabajado permanentemente en campañas de concientización para disminuir estos valores. No obstante, una demora de más de 2 horas sigue siendo alta e implica pérdida de oportunidad y de vidas”, alteró el Dr. Daniel Berrocal

En contraposición, el nuevo estudio muestra que 1 de cada 3 pacientes (37%) demoraron en promedio 245’, porque fueron llevados inicialmente a centros primarios que no contaban con la complejidad necesaria para afrontar el cuadro y tuvieron que ser derivados a centros que sí pudieran tratarlos. “Tenemos que trabajar sobre esta demora de más de 4 horas, es un tiempo perdido que hoy por hoy resulta inadmisible”, sostuvo el Dr. Alejandro Cherro.
Para resolver la oclusión, el método ideal es la realización de una angioplastia coronaria de urgencia, que es una intervención mínimamente invasiva, que se realiza con anestesia local, a través de una punción en la muñeca o en la ingle, y consiste en desobstruir la arteria mediante la insuflación de un pequeño globo llamado ‘balón’, para luego colocar un stent, que es una malla metálica que contribuye a mantener la arteria abierta”, explica el Dr. Alejandro Fernández, médico especialista en Cardioangiología Intervencionista y Secretario Científico del CACI.

No obstante, no en todos los centros asistenciales se cuenta con los equipos para realizar una angioplastia de urgencia. En aquellos casos en que el paciente ingresa a un centro que no dispone de este equipamiento, la recomendación es iniciar el tratamiento mediante la administración de medicamentos destinados a intentar disolver el coágulo, llamados trombolíticos, y trasladar al individuo lo antes posible a un centro con sala de hemodinamia para realizarle una coronariografía.


Acerca del abordaje del infarto

El infarto agudo de miocardio se produce cuando una arteria coronaria (que son aquellas que tienen por función irrigar sangre al músculo cardíaco) se ocluye bruscamente debido a la formación de un coágulo en el interior de la misma. Por eso, el tiempo es crucial, dado que cuanto antes se logre desobstruir esa arteria, mejor será el pronóstico porque la cantidad de músculo cardiaco dañado será menor. Lo ideal es que el procedimiento de reperfusión tenga lugar como máximo dentro de las primeras seis horas desde el comienzo de los síntomas.

Una vez que el paciente es dado de alta, deberá continuar su tratamiento con medicamentos destinados a prevenir la formación de coágulos, como son la aspirina y otros antiplaquetarios, y fármacos para reducir el consumo de oxígeno del corazón (vasodilatadores y beta bloqueantes); esto también forma parte de los esquemas fundamentales para sobrevivir a un infarto y para el manejo de los factores de riesgo para evitar de este modo la recurrencia del evento.

“Las personas que padecieron un infarto tienen mayor predisposición a sufrir otro que aquellos de la misma edad y sexo, o sea que tienen características personales dadas por sus factores de riesgo como hipertensión arterial, sobrepeso, tabaquismo, diabetes, sedentarismo, antecedentes heredo familiares e hipercolesterolemia, que predisponen con mayor énfasis a este grupo de personas. Por este motivo, existe una mayor atención de los equipos de salud y una mayor indicación en estos pacientes de los medicamentos que se han desarrollado para la prevención, para que no repitan un nuevo infarto. Además, se debe realizar en forma más agresiva el descenso del colesterol, de la presión arterial y el control de la diabetes y de todos los demás factores de riesgo coronario, y en forma sostenida en el tiempo para lograr frenar el progreso de la enfermedad”, consignó el cardioangiólogo intervencionista Dr. Juan Carlos Alico.

Entre las acciones que toda persona debería contemplar para prevenir un infarto, se aconseja mantener un peso acorde con la superficie corporal, alimentarse saludablemente, evitando grasas saturadas, azúcares, sal y alcohol en forma desmedida, y priorizando la ingesta de verduras, frutas y pescado, por lo menos tres veces por semana. También no fumar, hidratarse adecuadamente, sobre todo en épocas de calor, hacer caminatas y/o ejercicios no competitivos de manera frecuente durante la semana, descansar las horas necesarias en la noche, evitar esfuerzos máximos y, en lo posible, situaciones emocionales que desencadenen mucho estrés.

El infarto en cifras

Según la versión preliminar del Protocolo Local de Mejora en la Reperfusión del Infarto Agudo de Miocardio, lanzado por el Ministerio de Salud de la Nación a comienzos de este año, pese a la relevancia del infarto agudo de miocardio para la salud pública, su tratamiento (restauración de la circulación coronaria o reperfusión) dista de ser óptimo. En la Argentina, menos de la mitad de los casos recibe procedimientos de reperfusión (angioplastia o trombolíticos) a tiempo, existiendo una clara oportunidad de mejora de la calidad de atención que podría redundar en un significativo impacto sanitario.


‘La demora en la reperfusión coronaria, en diferentes estudios se ha descripto como debida al nivel de alerta y consulta precoz por parte de pacientes, a la demora en los servicios de atención prehospitalaria y emergencias y a demoras dentro de las instituciones asistenciales’, expresa el documento.