miércoles, 18 de noviembre de 2020

Covid-19: Pese a que es una enfermedad viral, aumentó innecesariamente el uso de antibióticos y sus consecuencias.



De acuerdo a los reportes de la Organización Mundial de la Salud (OMS), a nivel global entre un 70 y un 80% de las personas hospitalizadas por COVID-19 reciben antimicrobianos frente a la sospecha de la presencia de una infección respiratoria baja (IRB), situación que no siempre está presente, ya que los reportes científicos muestran una posibilidad de coinfección, es decir la presencia del virus SARS CoV-2 y una bacteria, en no más de un 6% de los casos. Esta situación podría producir la aparición y propagación aceleradas de resistencia a los mismos, situación que no es nueva y que preocupa a las autoridades sanitarias de todo el mundo.

En esa misma línea, desde la Sociedad Argentina de Infectología (SADI), en el marco de la Semana del Uso Responsable de Antimicrobianos’ una iniciativa que promueve la OMS a nivel mundial y que se conmemora del 18 al 24 de noviembre, hicieron un llamado a tomar mayor conciencia sobre esta problemática y a restringir el uso de antibióticos solamente para aquellos casos con indicación médica precisa, mensaje que va dirigido no solo a la población general sino a las autoridades sanitarias, farmacéuticos y dispensadores de farmacias y a la propia comunidad médica.

Se calcula que para el 2030 el consumo mundial de antimicrobianos aumentará un 67% y en el 2050 la resistencia antimicrobiana será una de las principales causas de muerte, superando al cáncer. La resistencia antimicrobiana avanza más rápido que la generación de nuevos antibióticos. A nivel mundial, durante la pandemia de coronavirus se vio que, aunque estemos ante la presencia de una enfermedad viral, hubo un aumento del consumo de antibióticos por dos factores. El primero, asociado a la indicación de antibióticos habitual frente a la neumonía de la comunidad, cuando en realidad la coinfección ‘bacterias-virus’ en pandemia es menor al 6% de los casos, entonces allí hay una sobreprescripción de antibióticos. El segundo factor es que los pacientes que se internan y que están gravemente enfermos por Covid- 19, sufren infecciones asociadas al cuidado de la salud al estar ventilados, con catéteres o sonda vesical, y estas infecciones son las que se relacionan mayoritariamente con gérmenes multirresistentes; son las infecciones intrahospitalarias que requieren un alto consumo de antibióticos de amplio espectro”, sostuvo la Dra. Wanda Cornistein, infectóloga, coordinadora del Programa de Resistencia Antimicrobiana de la SADI y Jefa de Control de Infecciones del Hospital Universitario Austral.

La resistencia es un mecanismo natural, entre otros, que tienen las bacterias para defenderse de un ámbito que les resulta hostil, esto lo hacen no sólo en el cuerpo sino donde estén, en la tierra, el agua, donde sea. ‘Klebsiella pneumoniae’ y ‘Pseudomonas aeruginosa’ son algunas de las bacterias que se adaptan a los antibióticos, generan mecanismos para sobrevivir y poseen mayor resistencia.

Se calcula que cada año unas 700.000 personas mueren en todo el mundo como consecuencia de la resistencia antimicrobiana y que de no tomarse medidas al respecto esa cifra llegará a los 10 millones para el 2050 . Además, de acuerdo con una base de datos sobre la eficacia de tratamientos con antibióticos y nuevos patrones de resistencia realizado en más de 60 países, se ha registrado un incremento en la resistencia de algunas bacterias Gram negativas en América Latina, de alrededor de un 14% en 2011 a 29% en 2016 . 

Según señaló el Dr. Francisco Nacinovich, integrante del Programa de Resistencia Antimicrobiana de la SADI y jefe de Infectología del Instituto Cardiovascular de Buenos Aires (ICBA), el mecanismo de la resistencia necesita muy poco estímulo para gatillarse y no tiene que ver con la cantidad ni la duración de un tratamiento antibiótico.


Un solo comprimido de cualquier antibiótico mal prescripto, sobre todo para infecciones virales respiratorias, es suficiente para que el microorganismo desarrolle los mecanismos para ser resistente a ese antibiótico. Los antimicrobianos cuando están indicados adecuadamente en una infección documentada, con cultivo y datos clínicos, erradican el germen y resuelven la enfermedad sin mayores consecuencias. Ahora, si se dan antibióticos para una infección viral, que es donde más se utiliza por error (para las bronquitis, para las faringitis, que en el 80-90% de los casos son causadas por virus), las bacterias que viven con nosotros habitualmente se sienten agredidas y reaccionan haciéndose resistentes”, indicó el Dr. Nacinovich.


Para el Dr. Lautaro De Vedia, infectólogo, ex presidente de la SADI y jefe de la División Asistencia Especial del Hospital Muñiz de Buenos Aires, con la pandemia de Covid-19 la situación de la resistencia antimicrobiana tendió a empeorar, debido a la administración innecesaria de antibióticos por parte del equipo médico. 


“En un principio cuando uno recibía a un paciente no sabía si tenía coronavirus o una neumonía bacteriana, entonces ante la duda, particularmente en los pacientes graves, se le daba antibióticos hasta tener los resultados. Ahora tenemos recomendaciones desde la SADI que nos indican ser cautos, recordando la poco frecuente de la convivencia de bacterias y virus, y que si hay que hacer un tratamiento antibiótico debe ser por períodos más breves, y en los pacientes no tan graves tal vez abstenerse de suministrarlos cuando se sospecha de Covid a la luz de la radiografía o datos de laboratorio. Hay que dejar el antibiótico solo para los casos de sospecha de coexistencia del virus SAAR-CoV-2, con una infección bacteriana”, detalló el Dr. De Vedia.


“El mal uso de antimicrobianos va incluso más allá de la situación puntual de la pandemia y representa una problemática con múltiples responsabilidades. Este tema nos incumbe a todos, los médicos tenemos mucha responsabilidad, hoy se sabe que los tratamientos aun siendo más breves son igual de efectivos que los que hacíamos antes, que eran prolongados; hay que prescribir antibióticos sólo cuando es estrictamente necesario. Por su parte, la población tiene que saber que el antibiótico sólo tiene que ser prescripto por el médico o el odontólogo y que los farmacéuticos también juegan un rol importante, no deben vender los antibióticos sin receta, a su vez las autoridades y gobiernos también deben controlar”, insistió el Dr. De Vedia.


“En los Estados Unidos, 2 de cada 5 personas que se encuentran bajo tratamiento antibiótico consultan a la guardia por presentar eventos adversos asociados como diarrea, molestia gastrointestinal, prurito, dolor en la boca del estómago, hasta un evento muy frecuente que es la diarrea por ‘clostridioides difficile’ que es una bacteria que se manifiesta por el uso de antibióticos, todo esto más la resistencia. En ese país hay una vigilancia estricta de los efectos adversos asociados a antibióticos, en Argentina no todos los lugares tienen implementados sistemas de vigilancia, entonces no sabemos a ciencia cierta cuál es el número de eventos adversos. Además, muchas veces nos enfrentamos a la exigencia del paciente por la prescripción de antibióticos, cuando debería ser todo lo contrario: el médico debería explicar la razón por la cual indica el antibiótico, que debería ser una práctica excepcional, explicó la Dra. Cornistein.


 “En 2010 la tasa de infecciones por bacterias resistentes como la ‘Klebsiella pneumoniae resistente a carbapenemes’ o productora de carbapenemasas (KPC) era del 3,6% cada 10 mil egresos hospitalarios en la Ciudad de Buenos Aires, en 2014 había trepado al 39,1%. En Argentina se estima que la mortalidad por infarto de miocardio esta alrededor del 5%, mientras que ahora una infección por una bacteria multirresistente puede tener una mortalidad superior al 40-60%. Estamos en un escenario donde tenemos bacterias para las cuales no tenemos antibióticos para combatirlas. Esto ya ocurre, es una realidad en Argentina y es muy serio; y no tenemos mucho tiempo para resolver este problema: se calcula que para 2050 se van a morir más personas por gérmenes resistentes que por cáncer u otras enfermedades como las cardiovasculares”, concluyó el Dr. Nacinovich.

martes, 10 de noviembre de 2020

Crónica e invisible, la diabetes es la pandemia que no se contagia.


 Los esfuerzos de la comunidad internacional están puestos en obtener una vacuna que prevenga el coronavirus. A la luz de las cifras que no dejan de crecer, existe otra pandemia, una más prevenible, que no contagia, para la que no hay vacuna y de la que no se habla lo suficiente: la diabetes, fundamentalmente la diabetes tipo 2, asociada al estilo de vida moderno, con mala alimentación y vida sedentaria. En el marco del Día Mundial de esta enfermedad, que se conmemora el 14 de noviembre, la Federación Argentina de Diabetes (FAD) organiza en forma virtual -ese día y el siguiente- su congreso para pacientes y propone como eje central la prevención. 

En el último Atlas de Diabetes de la Federación Internacional de Diabetes , se advierte que esta enfermedad afecta a unos 463 millones de personas de entre 20 y 79 años y que para el 2045 la cifra trepará a 700 millones. En la Argentina, la diabetes pasó de afectar al 9,8% de la población en 2013 al 12,7% en 2018, que son los datos más actuales . 

La buena noticia es que una vida saludable, con alimentación equilibrada y la realización de actividad física regular, puede prevenir su aparición un 60% de las veces.

“Se calcula que cerca de 4 millones y medio de argentinos tienen diabetes y que la mitad no lo sabe. Del total, casi el 90% tiene diabetes tipo 2, una variante en general de la adultez, pero que está viéndose cada vez con más frecuencia en niños y adolescentes, asociada al sobrepeso y al estilo de vida sedentario”, señaló el Dr. Gabriel Lijteroff, Director del Comité Científico de la FAD. 

Judit Laufer, profesora y Presidente de esta institución, está convencida de que los hábitos y una vida saludable pueden contribuir enormemente a la prevención de la diabetes tipo 2: “hay muchos factores que intervienen en los hábitos, desde lo económico, lo social, las costumbres familiares e inclusive la negación de la enfermedad."

En la Argentina, 6 de cada 10 mayores de 18 años tienen sobrepeso u obesidad, que son factor de riesgo clave para el desarrollo de diabetes tipo 23. 

“9 de cada 10 personas con diabetes tipo 2 tienen sobrepeso u obesidad, por eso es tan necesario tratar en simultáneo la diabetes y el exceso de peso. Para llevar adelante -y sostener en el tiempo- una alimentación saludable, es pertinente incorporar los cambios gradualmente”, indicó la Dra. Marcela De La Plaza, médica especialista en Nutrición y Diabetes y Vicepresidente de la FAD. 


Se recomienda:

• Comer cuatro veces al día

• Beber agua, soda o líquidos sin azúcar 

• Consumir frutas e incluir variedad de verduras en los menús

• Carne roja o pollo en una de las dos comidas principales

• Incorporar legumbres y semillas

• Elegir lácteos descremados

• Incluir pescados ricos en grasa omega 3 (sardinas, caballa, jurel, atún)


“Es importante consultar con un profesional que individualice recomendaciones a los gustos, horarios y posibilidades reales de cada uno, para que perduren en el tiempo. La persona no debe ‘hacer dieta’, sino cambiar hábitos, aprender a moderar porciones, combinar alimentos, incorporar verduras de todos los colores y beber más líquido”, señaló la Dra. De La Plaza.


Congreso virtual para pacientes y familiares

Judit Laufer destacó la importancia de compartir buena información con la comunidad de diabetes, que incluye también a familiares y a los profesionales de la salud involucrados en su atención. Este es el objetivo principal del 33° Congreso Nacional de Diabetes para Pacientes y Familiares, que tradicionalmente se organiza en las afueras de Córdoba, en Villa Giardino, pero que en esta oportunidad se realizará en forma virtual. 

Están muy entusiasmados por la variedad del programa y la calidad de los disertantes de nuestro país y del exterior, entre los que se encuentra, por ejemplo, el Dr. Douglas Villarroel, Presidente de la Federación Internacional de Diabetes para Sudamérica y Centroamérica.

Todavía la inscripción sigue abierta y se puede encontrar más información en el sitio web del congreso. La actividad, que tendrá lugar el 14 y 15 de noviembre, incluye charlas sobre ‘lo que hoy sabemos de la diabetes y sus cuidados’, ‘nuevas tecnologías en diabetes’, ‘aspectos legales’, ‘la actividad física en prevención y tratamiento de diabetes’ y ‘los secretos de una buena alimentación en diabetes’, entre muchas otras. El programa completo puede verse aquí.

Además, se organizarán mesas redondas para abordar cuestiones como el manejo de la hipoglucemia, la prevención de neuropatías, cuidados del riñón y de complicaciones crónicas, el apoyo familiar y las creencias en cuanto a la salud y la enfermedad. En paralelo, también se desarrollarán encuentros de pacientes divididos por edades.

“Este tipo de eventos ayuda para derribar muchos mitos que existen alrededor de la diabetes. La información y la educación de la persona con diabetes y de su familia son fundamentales porque todos tienen que aprender a convivir con el hecho de que es una enfermedad crónica, para toda la vida, que implica muy posiblemente que cada uno deba asumir algún rol y organizarse; requiere un proceso de aprendizaje y desde FAD estamos para ayudar en ese camino”, remarcó la Prof. Laufer


Diabetes y Covid-19

Si bien no existe demasiada información aún, en la FAD reconocen que es un tema de elevadísimo interés. De hecho, la estadística nacional e internacional muestra que casi el 30% de la mortalidad por Covid-19 en menores de 60 años se dio en personas con diabetes, por lo que este grupo debe tomar recaudos especiales. 

Independientemente de todas las medidas para la población general, la FAD recomienda a los pacientes procurar contar con toda la medicación necesaria para el tratamiento y cuidado de la diabetes: tener consigo alimentos azucarados que permitan poder actuar ante una hipoglucemia de emergencia y estar en contacto con su equipo de salud para saber en qué circunstancias tiene que consultar a un hospital. 

Hasta el momento, la evidencia muestra que hay una acción directa del virus sobre el páncreas. “También se están viendo debuts de diabetes en el contexto de Covid-19, es decir, personas que desarrollan diabetes tras infectarse con el virus. Aún no sabemos si esa diabetes remitirá o no, es algo que iremos viendo en el tiempo”, concluyó el Dr. Lijteroff.

miércoles, 4 de noviembre de 2020

Takeda presenta en la Argentina una nueva droga para pacientes con un subtipo de cáncer de pulmón de difícil tratamiento



La Administración Nacional de Alimentos, Medicamentos y Tecnología Médica (ANMAT) aprobó en la Argentina el uso de la droga brigatinib, del laboratorio Takeda, como monoterapia para el tratamiento de adultos con un tipo de cáncer de pulmón denominado de células no pequeñas (CPCNP) en estadio metastásico, que presentan la alteración genética conocida como ALK+ y que han sido tratados previamente con la terapia estándar (crizotinib).

“Dado que mediante los test de biología molecular se logra reconocer qué alteración genética presentan los tumores, hoy es posible seleccionar la terapia dirigida más apropiada para inhibir el factor desencadenante del crecimiento tumoral. En ese sentido, brigatinib demostró ser un inhibidor potente y selectivo de la tirosina quinasa de última generación, diseñado para atacar e inhibir las alteraciones moleculares del gen ALK, que es el responsable de promover el desarrollo del tumor en este subtipo de cáncer de pulmón”, afirmó el Dr. Claudio Martín, médico oncólogo, Jefe de Oncología Torácica del Instituto Alexander Fleming.

La aprobación en segunda línea de tratamiento post crizotinib se basa en los resultados del estudio “ALTA”, que demostró una reducción del 54% del riesgo de progresión de enfermedad y muerte. Los pacientes que recibieron brigatinib tuvieron un mayor período de tiempo sin progresión de la enfermedad, de 16,7 meses en promedio.


Asimismo, se sabe que la mayoría de los pacientes con ALK desarrollará metástasis cerebrales durante el transcurso de su enfermedad, y brigatinib demostró “eficacia significativa” en el tratamiento de esas metástasis y un “efecto protector” en aquellos pacientes que no las tenían al inicio del tratamiento.

“Contar con nuevas opciones de medicamentos de fácil administración -dado que consiste en la ingesta de un comprimido diario- y con tan buenos resultados para un tipo de cáncer de pulmón de difícil abordaje y en estadios avanzados, nos abre una esperanza para estos pacientes y nos permite dar un paso más hacia el objetivo de cronificar una enfermedad que hasta hace muy pocos años presentaba un panorama absolutamente desolador”, consignó el especialista.

En opinión de Martín Weinstabl, Director de la Unidad de Negocios de Oncología de Takeda Cono Sur, “desarrollos de terapias target como ésta confirman los objetivos de Takeda, que consisten en concentrar el esfuerzo en un grupo reducido de áreas terapéuticas clave en cuanto a prevalencia y necesidades insatisfechas de la población. Se trata de trabajar duro para ofrecer terapias innovadoras que mejoren la calidad de vida de los pacientes”.

Por su parte Ignacio Zervino, Coordinador de Programas de la Fundación Pacientes con Cáncer de Pulmón (FPCP), recordó que cuando comenzaron a trabajar, hace 14 años, se conocía muy poco sobre la enfermedad.


“Afortunadamente eso está cambiando y a partir del conocimiento de los diferentes subtipos de cáncer de pulmón nuevas opciones van apareciendo, lo que es muy auspicioso. Igual de importante es que se avance en el desarrollo y cobertura de los dispositivos o test para conocer cada subtipo de cáncer de pulmón, ya que sigue siendo muy significativa la necesidad de mejorar los diagnósticos tempranos para lograr avances sustanciales en la sobrevida y calidad de vida de los pacientes”, consideró.


Brigatinib corresponde a un desarrollo del laboratorio Takeda y actualmente está aprobado en más de 40 países, entre ellos Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea, para el tratamiento de las personas con CPCNP ALK+ metastásico cuya enfermedad ha empeorado durante el tratamiento con crizotinib o no pudieran tolerar su administración.


Denominada como “Terapia Innovadora” por parte de la FDA de los Estados Unidos para el tratamiento de este tipo de tumores, brigatinib también había sido calificada como “droga huérfana” para tratar otros tipos de cánceres, como ROS1+ y CPCNP EGFR+.


El cáncer de pulmón es el tipo de cáncer con mayor mortalidad en la Argentina. Cada año se diagnostican 11.200 nuevos casos y más de 9.000 muertes por esa enfermedad. Es responsable del 15% de los fallecimientos oncológicos, porcentaje equivalente a la mortalidad por cáncer de mama y próstata juntos. En el mundo, en tanto, se producen anualmente unos 2 millones de diagnósticos.


Los principales factores de riesgo para desarrollar cáncer de pulmón son el tabaquismo (aunque entre el 10 y el 15% del total de casos se da en personas que jamás han fumado o son exfumadores), la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), poseer antecedentes familiares de la patología, la polución y el contacto con amianto, minerales y productos químicos.


Si bien suele presentar sólo algunos síntomas inespecíficos -que cuando se manifiestan indican que la enfermedad ya está en etapas avanzadas, dado que 8 de cada 10 casos se diagnostican en estadio metastásico-, los especialistas recomiendan estar atentos si aparece tos que no desaparece, se agrava, presenta sangre o esputo (saliva o flema) del color del metal oxidado, dolor de pecho que empeora cuando se respira profundamente, ronquera, pérdida de peso excesiva, cansancio o debilidad, infecciones como bronquitis y neumonía que no desaparecen y/o sibilancias (silbido en el pecho).


Se lo clasifica según el tamaño de las células bajo el microscopio y el tipo más común es el “cáncer de pulmón de células no pequeñas (CPCNP)”, que representa el 85% de los casos. Esta distinción es clave, porque definirá qué tratamiento se puede realizar. Entre otras, en aproximadamente el 4% de los pacientes (unos 1.000 argentinos) se puede presentar la alteración genética ALK, responsable del crecimiento y diseminación del cáncer y para la que está indicada esta nueva terapia.


“Se trata de un tipo de cáncer de pulmón que suele presentarse mayoritariamente en mujeres jóvenes, no fumadoras o que han fumado poco. De todas formas, todos los pacientes con cáncer de pulmón, hayan o no fumado, deben ser testeados, porque podrían presentar la alteración ALK”, sostuvo el Dr. Martín. Y agregó: “Para su tratamiento las formas básicas son cirugía, radioterapia, quimioterapia y, últimamente, la inmunoterapia y las terapias target específicas. Estas últimas, como el brigatinib, han demostrado en pacientes que presentan la alteración ALK triplicar la mediana de supervivencia libre de progresión”.


“Estos resultados son muy auspiciosos. Nos alegra disponer de cada vez más y mejores alternativas terapéuticas que contribuyan al tratamiento de esta enfermedad y mejoren la calidad de vida de los pacientes y sus familias”, concluyó el Dr. Claudio Martín.