martes, 30 de abril de 2019

1 de cada 5 niños menores de 2 años no recibe la vacuna antigripal




Según datos preliminares oficiales de la Dirección de Control de Enfermedades Inmunoprevenibles (DICEI) del Ministerio de Salud y Desarrollo Social de la Nación correspondientes al año 2018, 1 de cada 5 niños menores de 2 años no recibió la vacuna antigripal, y de los que sí iniciaron el esquema gratuito y obligatorio de vacunación, casi 4 de cada 10 (36,7%) no recibieron la segunda dosis. El bajo nivel de cobertura de inmunización genera preocupación en la Sociedad Argentina de Pediatría, que instó a la comunidad a proteger a los más chiquitos contra la gripe, una enfermedad que puede traer graves complicaciones e incluso la muerte en ese grupo etario.

El actual Programa Nacional de Inmunizaciones incluye a todos los niños de entre los 6 y 24 meses, a los mayores de 65 años y entre los 2 y los 64 años a todos aquellos que presenten alguna patología crónica de base que incremente el riesgo de sufrir complicaciones asociadas a la gripe, como por ejemplo enfermedades respiratorias, cardíacas, renales, diabetes, obesidad, inmunodeficiencias congénitas o adquiridas, pacientes oncohematológicos y personas trasplantadas, entre otras. También abarca a las embarazas (independientemente del mes de embarazo) y a todo el personal de la salud.

Llamativamente, otro valor muy por debajo de la cobertura esperable fue el de la vacunación en las embarazadas (corresponde una sola dosis en cualquier mes de gestación): solo se inmunizó el 64,6%; esto representa que más de 3 de cada 10 embarazas no estuvieron protegidas de las formas graves de la enfermedad durante la gestación.

Desde la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) remarcaron la importancia de aplicar la vacuna antigripal a todos los grupos de riesgo, pero hicieron especial hincapié en los niños de entre 6 y 24 meses y en las embarazadas, para proteger al niño por nacer. “Los niños pequeños conforman un grupo vulnerable a esta enfermedad y la indicación de la vacuna está incluida en el Programa Nacional de Inmunizaciones, lo que la transforma en gratuita y obligatoria. Son 2 aplicaciones separadas de un mes, salvo aquellos que recibieron la vacuna el año anterior, para los cuales una sola dosis será suficiente. La vacunación se realiza en todos los hospitales y centros de salud”, destacó la Dra. Elizabeth Bodganowicz, infectóloga pediatra, Secretaria del Comité de Infectología de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP).

“Lo ideal es que el niño reciba la vacuna ante la llegada de los primeros fríos, generalmente con el comienzo del otoño, para así contar con la inmunización y estar protegido con las 2 dosis cuando lleguen las bajas temperaturas. La gripe es una enfermedad respiratoria muy contagiosa de la que por lo general en una o dos semanas los pacientes se recuperan sin la necesidad de un tratamiento específico. Sin embargo, aquellos que se encuentran en los grupos de riesgo, como los más pequeños o las personas de más de 65 años (ambos extremos de la vida con sistemas inmunitarios menos eficientes) o quienes presentan alguna enfermedad preexistente, pueden tener complicaciones frente a esta condición, llegando en algunos casos a requerir internación y presentar riesgo de muerte”, sostuvo la Dra. Bogdganowicz. Agregando que “es importante señalar que la circulación del virus de gripe es muy prolongada por lo tanto no se debe restringir la vacunación antigripal sólo a los meses de otoño e invierno. En personas de riesgo la vacunación antigripal debe indicarse en cualquier momento del año. También los que conviven con niños prematuros o inmunocomprometidos deben ser vacunados.

“Como su inclusión al calendario nacional es relativamente nueva, muchos padres no conocen la obligatoriedad ni gratuidad de la vacuna y no se la aplican a los chicos, dejándolos desprotegidos tanto a ellos como a otros niños, ya que la no vacunación propicia una mayor circulación del virus. Recomendamos enfáticamente la consulta al pediatra, especialmente con niños menores a 24 meses o mayores pero con alguna enfermedad crónica”, destacó por su parte la Dra. Stella Maris Gil, presidenta de la SAP.

Los únicos casos que requieren prescripción médica que acredite su condición para recibir la vacunación en forma gratuita en cualquier hospital o centro de salud son los mayores a 24 meses y hasta los 64 años que presenten alguna enfermedad asociada.

Los principales síntomas de la gripe son fiebre alta (de 39º o más), dolor de cabeza y dolor generalizado, decaimiento, cansancio, tos y dolor de garganta, congestión nasal, diarrea y vómitos. Entre los factores que la distinguen de un cuadro gripal están la fiebre alta y el hecho de que suele durar entre una y dos semanas, mientras que los cuadros gripales generalmente mejoran al cabo de dos o tres días.

Otras vacunas infantiles

Por otra parte, desde la SAP destacaron la importancia de cumplir con el calendario de vacunación para que los niños se encuentren protegidos contra las diversas enfermedades para las cuales se cuenta con vacunas. Cuando los niños se escolarizan, es decir, entre los 5 y los 6 años, deben recibir el segundo refuerzo de la vacuna antipoliomelitis (por vía oral), la segunda dosis de vacuna triple viral, que protege contra el sarampión, rubéola y paperas y el segundo refuerzo de la vacuna triple bacteriana celular, contra la difteria, tétanos y tos convulsa (o coqueluche). Los niños de 11 años deben recibir la vacuna triple bacteriana acelular, la vacuna contra hepatitis B (para quienes no tengan el esquema completo ), completar esquema de la vacuna triple viral, dos dosis de vacuna contra el virus papiloma humano, tanto en niños como en niñas, y la vacuna contra el meningococo (única dosis). Aunque la provisión de esta última vacuna está demorada por la autoridad sanitaria hasta nuevo aviso. Todas estas vacunas se administran de manera gratuita y pueden aplicarse el mismo día, con la única salvedad de que se las deben colocar en distintas partes del cuerpo.

“Es imperioso que todos los niños reciban estas vacunas, ya que previenen las distintas enfermedades y permiten seguir trabajando en el camino de la eliminación de afecciones como el sarampión, la rubeola y la poliomielitis, además de mantener controladas otras como el tétanos y la difteria”, consignó la Dra. Bogdanowicz.

La importancia de completar el calendario de vacunación en tiempo y forma radica en que así el sistema inmune adquiere una memoria duradera y brinda protección durante la adolescencia e incluso en la adultez contra enfermedades que pueden prevenirse. Además las personas inmunizadas interrumpen o disminuyen considerablemente la circulación de virus y bacterias.

Desde la SAP también recomendaron que el inicio de las clases sea una ocasión propicia para realizar una consulta con el especialista para controlar que se hayan dado todas las vacunas, hacer un chequeo general del estado de salud del niño y demás controles que considere pertinentes el pediatra.



Quiénes deben recibir la vacuna antigripal


Grupo
Condición
Prescripción Médica
Niños de 6 a 24 mesesGratuita y obligatoria(2 dosis, separadas de 1 mes)
NO
Niños de hasta 24 meses (ya vacunados en 2018)Gratuita y obligatoria(1 dosis)
NO
Niños de 25 a 35 meses con factores de riesgoGratuita y obligatoria (1 ó 2 dosis)*
Niños de 36 meses a 8 años (inclusive) con factores de riesgoGratuita y obligatoria (1 ó 2 dosis)*
Mayores de 65 añosGratuita y obligatoria
NO
Embarazadas en cualquier mes de gestaciónGratuita y obligatoria
NO
Puérperas (hasta los 10 días posteriores)Gratuita y obligatoria
NO
Personas de 9 a 64 años con factores de riesgoGratuita y obligatoria
Personal de SaludGratuita y obligatoria
NO
Convivientes con enfermos oncohematológicos     Recomendable
Convivientes con prematuros nacidos con menos de 1.500 gRecomendable
*Aquellos que hubiesen recibido 2 dosis anteriormente, deberán aplicarse una sola dosis

viernes, 19 de abril de 2019

Alergias Alimentarias: una condición en franco aumento




Del 7 al 13 de abril se conmemoró en todo el planeta la "Semana Mundial de la Alergia", una iniciativa de la Organización Mundial de Alergia (WAO por sus siglas en inglés), junto a sus Sociedades Miembros, para aumentar la concientización de las enfermedades alérgicas y así lograr un mayor conocimiento de las mismas, mejorando su diagnóstico, manejo y prevención. Este año el foco estuvo puesto en las Alergias Alimentarias, una condición que se estima se presenta en 1 de cada 20 niños menores de un año.

Las enfermedades alérgicas afectan a mil millones de personas en el mundo, con un crecimiento sostenido en los últimos 60 años. Se estima que en 2050 las padecerán 4 mil millones de personas.

"La prevalencia de Alergia Alimentaria sufrió un crecimiento exponencial en los últimos años en países occidentales, considerándose ‘la segunda oleada’ de la epidemia alérgica, impactando en la calidad de vida del paciente y su familia, posicionándola como un verdadero problema de salud pública" sostuvo la Dra. Karina López, Pediatra Especialista en Alergia e Inmunología Infantil y Directora del Comité de Alergia Alimentaria y Anafilaxia de la AAAeIC (Asociación Argentina de Alergia e Inmunología Clínica).

La prevalencia estimada de la Alergia Alimentaria a nivel mundial en niños es del 4-8% y en adultos del 1-4%. "Si bien ésta es una enfermedad de base genética, su prevalencia se encuentra en franco ascenso debido a múltiples factores tales como la deficiencia de vitamina D en la madre, el aumento del número de nacimientos por cesárea generando cambios en la microbiota del niño (la colonia de bacterias que se aloja en el intestino), la introducción temprana de fórmulas de leche de vaca y cambios en los hábitos dietarios con una mayor incorporación de alimentos potencialmente alergénicos", graficó por su parte la Dra. María Eugenia Gervasoni, Pediatra Especialista en Alergia e Inmunología Infantil y Miembro del Comité de Alergias Alimentarias y Anafilaxia de la AAAeIC.

Los alimentos más frecuentemente involucrados en la edad pediátrica son leche de vaca, huevo de gallina, trigo y soja, y, en adultos, mariscos, pescados, frutos secos y maní.

Las manifestaciones clínicas son variables, desde leves, como enrojecimiento alrededor de la boca, hasta el shock anafiláctico con riesgo para la vida. "En los niños también suelen presentarse, síntomas gastrointestinales inespecíficos, como náuseas, vómitos, diarreas o deposiciones con moco y sangre, reflujo, cólicos severos (llanto inexplicable persistente) y dermatitis atópica severa o de difícil tratamiento", afirmó la Dra. López.

“Estos cuadros pueden afectar el crecimiento a largo plazo como así también llegar a producir episodios graves, como por ejemplo la anafilaxia, que consiste en una reacción severa que puede afectar la piel, con urticaria, dificultad respiratoria y desvanecimiento, con posibilidad de desenlace fatal.”, agregó la Dra. Gervasoni.

Es fundamental aumentar el conocimiento y la concientización de la Alergia Alimentaria a nivel mundial para realizar un diagnóstico preciso y así indicar un tratamiento adecuado, evitando deficiencias nutricionales para el paciente y alteraciones en la vida diaria del mismo y de su familia.

Alergia a la proteína de la leche de vaca

En nuestro medio, la alergia a las proteínas de leche de vaca es la más frecuente en niños, con una prevalencia estimada entre el 1,8 % y el 7,5 % en el primer año de vida.

miércoles, 17 de abril de 2019

Se podrían evitar casi 4 muertes por hora en Argentina teniendo la presión arterial bien controlada




La hipertensión arterial es la principal causa de muerte y discapacidad en Argentina. En 2017, la sumatoria de las enfermedades cardiovasculares, afecciones en las que la hipertensión suele jugar un papel preponderante, produjo 90.222 muertes. En parte explica esta alarmante cifra el hecho de que 7 de cada 10 hipertensos no controlan su enfermedad: 4 de ellos ni siquiera saben que son hipertensos y casi 3 (27%) pese a conocer su condición no logran mantener su presión en parámetros aceptables.

"Si tenemos en cuenta que más de un tercio (37,3%) de los casos de muerte por enfermedad cardiovascular se podría prevenir teniendo la presión arterial en niveles normales, podríamos evitar en nuestro país 92 fallecimientos por día, prácticamente 4 cada hora controlando la hipertensión". La afirmación fue realizada en el marco del XXVI Congreso Argentino de Hipertensión Arterial, que se desarrolló en Mar del Plata desde el 11 al 13 de abril.

"Todos los años mueren por enfermedades cardiovasculares más de 90 mil argentinos, cuatro veces más de los que fallecen por todas las causas externas (accidentes y homicidios, entre otras). Se ha calculado que estas muertes implican 400 mil años de vida perdidos; si a estos se suman los que se viven con discapacidades, son 600 mil los años de vida saludables que se pierden a consecuencia de las enfermedades cardiovasculares. Así, un tercio de las muertes y también de los años de vida perdidos en la Argentina corresponden a enfermedades cardiovasculares", expresó la Dra. Irene Ennis, doctora en medicina y Presidenta del Comité Organizador del XXVI Congreso Argentino de Hipertensión Arterial.

"Se estima que cada año se producen en Argentina más de 150.000 eventos coronarios (angina de pecho, infarto de miocardio) y 100.000 accidentes cerebrovasculares (ACV). La asociación entre ACV y cardiopatía isquémica con la presión arterial es lineal y empieza desde valores tan bajos como 120/80 mmHg. Por este motivo, afirmamos que para disminuir el riesgo de padecer una u otra condición debemos ser exigentes con el cumplimiento de las metas de prevención y tratamiento", detalló el Dr. Martín Salazar, Presidente Honorario del Comité Organizador del XXVI Congreso Argentino de Hipertensión Arterial.

Estimaciones relativamente recientes refieren que en nuestro país los costos directos anuales asociados al tratamiento de la hipertensión arterial (incluyendo medicamentos, estudios, análisis de laboratorio e internaciones) ascienden a 350 millones de dólares. A lo que habría que agregar los costos indirectos (pérdida laboral, cargas familiares, etc.) y consecuencias psicológicas y sociales, cuya medición es más difícil de realizar.

"La hipertensión arterial no es simplemente un factor de riesgo, es una enfermedad en sí misma que debe ser abordada con tratamiento. Aunque no es lo más habitual, existe consenso internacional acerca de que se obtienen mejores resultados en el tratamiento si se indican dos o hasta tres medicamentos antihipertensivos en simultáneo, en comparación con indicar uno solo o simplemente recomendar dieta y ejercicio físico", subrayó la Dra. Judith Zilberman, Presidenta de la Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial (SAHA) y especialista en cardiología e hipertensión arterial.

Otro de los problemas que presenta esta enfermedad es que, como generalmente no da síntomas, existe una alta tasa de abandono del tratamiento. "La gente no toma los medicamentos porque manifiesta sentirse bien, pero esto es tan desacertado como que una persona con diabetes deje de administrarse insulina o alguien con colesterol elevado no reciba su medicación hipolipemiante. La hipertensión arterial es una enfermedad crónica, potencialmente mortal, y la adherencia al tratamiento constituye la base para su control", consignó la Dra. Ennis, quien además es Profesora Titular de Fisiología y Física Biológica de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de La Plata.

Entre los propios especialistas existe cierto disenso acerca de a partir de qué valores considerar que una persona padece hipertensión. Mientras que las guías norteamericanas consideran hipertensión a partir de una cifra de 130/80 mmHg, desde la SAHA, en línea con las guías europeas, adscriben a la postura que la define desde mediciones que arrojen 140/90 mmHg.

No obstante, la comunidad científica toda coincide en la importancia de no minimizar esta condición ni considerar que valores ligeramente elevados pueden deberse a situaciones pasajeras, como aquellas producidas por los nervios o el estrés, y en que cada situación individual debe analizarse en relación a su contexto.

La hipertensión arterial representa el principal factor de riesgo (potencialmente modificable) del desarrollo de enfermedad cardiovascular, acompañado también de otras condiciones como la obesidad, el sedentarismo, el tabaquismo, colesterol elevado y la diabetes.

"De ahí la importancia del control y tratamiento de aquellos factores que podemos modificar y de los cambios en los hábitos de vida poco saludables que contribuyen a desarrollar estas enfermedades", insistió el Dr. Salazar.

"Para la toma de la presión arterial nos encontramos con otro inconveniente: el uso de medidores desaconsejados o directamente prohibidos. Recomendamos utilizar los dispositivos automáticos digitales validados. No recurrir más a los tradicionales o aneroides, que suelen descalibrarse y perder precisión, y mucho menos a aquellos en base a mercurio, que están prohibidos desde hace 10 años. Deben realizarse 3 mediciones, con la persona en reposo y relajada y computar como valor el promedio de los resultados obtenidos", explicó el Dr. Walter Espeche, médico especialista en medicina interna, Secretario del Comité Organizador del XXVI Congreso Argentino de Hipertensión Arterial.

Los especialistas remarcaron la importancia de mantener hábitos saludables para ayudar al control de la hipertensión, como llevar una alimentación sana, rica en frutas y verduras, restringir el consumo de sal, tanto la agregada en la mesa como aquella que se incorpora al momento de la cocción de los alimentos, combatir el sedentarismo realizando actividad física (al menos 30 minutos de caminata diaria) y alcanzar y mantener un peso saludable. Sin embargo, coincidieron en que una vez diagnosticada la enfermedad, todo ello no es suficiente: el control periódico y la adherencia al tratamiento farmacológico, generalmente compuesto por 2 ó 3 medicamentos, representa el pilar del control de la hipertensión arterial.

Acerca de SAHA

La Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial fue fundada en el año 1992 por un grupo de pioneros y visionarios que, reconociendo a la hipertensión arterial como una afección con un necesario enfoque multidisciplinario, convocaron a colegas provenientes de distintas profesiones y especialidades para que se agruparan en una institución que fuera el marco de estos diversos intereses.

El nacimiento de la SAHA está íntimamente ligado a nombres y personajes de enorme peso científico y académico y de prestigio nacional e internacional. Nada menos que dos premios Nobeles, como Luis Federico Leloir y Bernardo Houssay forman parte del árbol genealógico que posibilitó, en la persona de Carlos Taquini, el origen de nuestra sociedad. También debe mencionarse en ese grupo de investigadores relevantes, al Dr. Eduardo Braun Menéndez, quien describió la angiotensina, en simultáneo con los hallazgos de Irvin Page en Estados Unidos y del Dr. Juan Carlos Fasciolo, quien participó y continuó con las investigaciones en esa área.

Es así que en la década del noventa, de modo casi casual y por la voluntad de dos almas inquietas, comienzan los preparativos para el nacimiento de la SAHA. El encuentro de Carlos Taquini y Emilio Kuschnir, fueron la simiente para el desarrollo de lo que hoy vemos concretado en esta sociedad pujante y prolífica.


Para más información ingrese a:www.saha.org.ar