viernes, 28 de septiembre de 2012

El ministerio de Salud lanzó el Programa del Asma

En el marco del Plan Provincial de Salud, el titular de la cartera sanitaria puso en funciones al director del programa, el neumonólogo Luis Agüero. Esta iniciativa tiene como finalidad básica mejorar la calidad de vida de los niños y sus familias y  disminuir la morbi- mortalidad infantil, a través de la detección y tratamiento temprano de las diversas formas del asma.


Este programa está destinado a chicos de 0 a 14 años, y se crea dada la necesidad de contar con una herramienta que cumpla con los requisitos de un modelo de atención comunitaria (niños y adolescentes atendidos por su médico de cabecera) sin necesidad de concurrir a centros de mayor complejidad, posibilitando la accesibilidad y equidad en el tratamiento de esta patología .
Luis Agüero expreso que: “El asma es la enfermedad crónica más frecuente en edad pediátrica, datos de la Argentina demuestran que la población infantil con esta patología es del 10% según la región. Según el Censo 2010 en Mendoza, con esta prevalencia existiría una población de 1 a 14 años de alrededor de  60.000 niños con esta enfermedad”.
“Con un control adecuado del asma bronquial  los chicos pueden llevar una vida normal, y evitar las demandas extras que genera una crisis asmática, desde el ausentismo escolar, laboral de los padres como la asistencia a guardias hospitalarias y gastos económicos extras”, agregó el neumonólogo.
Actualmente se cuenta con la medicación para lograr el control del asma bronquial pudiendo mejorar la calidad de vida logrando valores cercanos a la normalidad de la función  pulmonar. Por lo que el Ministerio busca coordinar las acciones para poder brindar una adecuada atención a los niños en esta enfermedad.
Durante el acto estuvieron presentes el Director General de la OSEP, Alberto Recabarren y el Senador Matías Stevanato además de autoridades del  Ministerio.


martes, 11 de septiembre de 2012

Beber más agua previene el sobrepeso infantil


·         Para los especialistas, pasa a ser prioritaria la implementación de planes nutricionales integrales para combatir la epidemia de sobrepeso y obesidad que afecta a los argentinos.
·         Un estudio alemán que incluyó a 2940 chicos de 32 escuelas carenciadas de ese país, concluyó que impartiendo contenidos sobre los beneficios de beber agua y poniendo a disposición de los niños bebederos en las escuelas, el riesgo de presentar sobrepeso disminuía un 31 por ciento.
·         Estos temas fueron abordados por los profesionales de la nutrición en el marco de su Jornada anual, que está llevándose a cabo en la ciudad de Mendoza.
Prevenir el sobrepeso en la niñez continúa siendo un gran desafío en materia de salud pública debido a la creciente prevalencia de sobrepeso  a nivel mundial y en nuestro país, en donde el 42 por ciento de los niños presenta exceso de peso.
La ingesta de líquidos cobra una relevancia elevada en el marco de un plan integral de nutrición saludable, ya que, en promedio, los niños en edad escolar en Argentina ingieren 208 calorías cada día a través de  bebidas e infusiones con azúcar, lo que equivale aproximadamente a cinco chupetines diarios. Este tema fue abordado con particular énfasis durante la Primera Jornada Internacional “Hidratación saludable”, en las XI Jornadas Argentinas de Nutrición y II Jornadas Trasandinas de Nutrición, organizadas por la  Sociedad Argentina de Nutrición (SAN), que se están llevando a cabo en la ciudad de Mendoza. 
Tal como refirió el Dr. Edgardo Ridner, médico nutricionista, Presidente de la Sociedad Argentina de Nutrición y autoridad de la Jornada científica, “este año, se le ha otorgado una participación preponderante a la temática de la ingesta de líquidos en la agenda de disertaciones de nutrición de nuestra  XI Jornada anual. Lo cierto es que debemos lograr que tanto los profesionales como la comunidad en general comiencen a considerar los hábitos de hidratación como una parte fundamental de los planes de alimentación saludable”.
“El consumo de agua pura produce un efecto de regulación del peso porque promueve la saciedad que se traduce en una reducción en la ingesta de calorías de las comidas durante el día. Se recomienda que sea la primera opción por encima de bebidas infusiones azucaradas, cuyo aporte calórico es elevado y carecen de valor nutricional”, agregó el especialista.
La ingesta de agua se vuelve una estrategia sumamente valiosa para controlar el peso, por lo que la generación de hábitos saludables en este aspecto debe ser considerada una prioridad de salud pública. “Las escuelas son el escenario ideal para poner en marcha programas que fomenten mejorar los hábitos, sobre todo porque la prevalencia del sobrepeso en la niñez aumentó notablemente en los últimos años”, agregó el Dr. Ridner.
Un ejemplo exitoso de intervención en escuelas para promover hábitos de hidratación saludable fue la experiencia llevada a cabo por el Instituto de Investigación en Nutrición Infantil de Dortmund, Alemania, en 32 escuelas primarias carenciadas de Dortmund y Essen, dos ciudades germanas. La investigación, publicada en 2009 en Pediatrics la revista oficial de la Academia Americana de Pediatría,  intentó evaluar si un programa a nivel ambiental y educacional destinado a promover el consumo de agua era una herramienta eficaz para prevenir el sobrepeso en niños de escuelas primarias.
El propósito del estudio era promover el consumo de agua para prevenir el sobrepeso, enfocándose especialmente en los niños de escuelas primarias en áreas urbanas carenciadas. Sobre este punto, Ridner remarcó que esta problemática aplica directamente a nuestro país. “Es necesario seguir trabajando para que los niños argentinos siempre tengan acceso al agua como la hidratación mas saludable”.
“Educando a los niños, también se puede hasta lograr que mejoren los hábitos de todo el círculo familiar, debido al efecto multiplicador que los más chicos pueden tener en sus casas”, concluyó el especialista.

Detalles del estudio
La investigación evaluó a 2950 alumnos de segundo y tercer grado, de un promedio de 8.3 años de edad, de 32 escuelas primarias de áreas carenciadas de dos ciudades de Alemania (1641 niños integraron el grupo de intervención y 1309, el grupo control). Se colocaron bebederos en cada establecimiento educativo y los grupos de intervención en cada escuela recibieron, de sus docentes, 4 días de clase para informarse acerca de la importancia de beber agua. Los grupos de control de cada escuela no recibieron ninguna intervención.
La prevalencia de sobrepeso (según criterios establecidos por la Internacional Obesity Taskforce), los valores de desviación estándar de Índice de Masa Corporal y el consumo de bebidas (medido en cantidad de vasos por día; siendo un vaso equivalente a 200 ml) se midieron antes y después de la intervención a través de cuestionarios completados por los propios sujetos evaluados al término de un día. Además, durante la intervención, se midió la cantidad de agua expendida por cada bebedero por el lapso de un año escolar.
Luego de la intervención, el riesgo de sobrepeso se redujo en un 31 por ciento en quienes habían recibido información sobre la importancia de tomar agua, en comparación al grupo de control. El consumo de agua fue de 1.1 vasos más por día en el grupo de intervención. El expendio diario de agua de los bebederos demuestra un consumo sostenido durante el período del estudio, aunque en forma variable, según el caso. 
La intervención realizada a nivel ambiental y educacional en establecimientos escolares demostró ser efectiva en la prevención de sobrepeso en niños de escuelas primarias, inclusive en poblaciones de áreas carenciadas, lo que es relevante ya que el riesgo de sobrepeso u obesidad es todavía mayor en los niños que viven en países con un nivel socioeconómico menor.
Hasta la fecha, la mayoría de las estrategias preventivas desarrolladas en el mundo se basaron en intervenciones a nivel individual o educativo, dejando completamente de lado la posibilidad de introducir cambios a nivel ambiental. Además, muchos programas se valían de intervenciones múltiples, dirigidas a diferentes aspectos de la conducta asociada a la obesidad, lo cual dificulta la tarea de medir el efecto específico de la intervención en un aspecto puntual. Sin embargo, este estudio es particularmente válido porque combinó la intervención educativa con una modificación ambiental, como la incorporación de bebederos.

Qué se está haciendo en nuestro país
Es común escuchar “el agua me aburre” o “el agua no tiene sabor”. Para lograr que los niños incorporen hábitos saludables es fundamental abordarlos desde lo lúdico para generar que se vinculen con la propuesta.
“Mamá, Papá, ¡Prefiero Agua!” es un programa integral de promoción de hábitos de hidratación saludable, que se implementa fundamentalmente en el plano escolar.
Es desarrollado por Aguas Danone de Argentina, cuenta con el aval de la Sociedad Argentina de Nutrición y fue elaborado por un equipo multidisciplinario.
Tal como lo explicó Ridner, “este programa es un puntapié inicial a una temática que no está en el discurso social, la del impacto que tiene la ingesta de líquidos en el marco de un plan integral de nutrición saludable”.
Este programa ya cumplió 5 años, aunque en 2011 se relanzó como programa especifico sobre hidratación. A través de esta iniciativa, se intenta promover la hidratación saludable entre los más chicos acercando contenidos educativos diseñados específicamente para niños de jardines de infantes y escuelas primarias de todo el país.
El programa ya alcanzó a más de 200 mil chicos con la premisa de lo sano que es incorporar el hábito de beber agua. En cada encuentro, un profesional de la salud comparte con los directivos y formadores los mensajes saludables y les entrega materiales: Manual de actividades, video, folletería didáctica especialmente desarrollada para ese público.
“Desde este año, las escuelas reciben kits de trabajo autoexplicativos (previamente testeados con educadores y niños) que facilitan que los propios educadores de esos establecimientos puedan incorporar los conceptos y disponer de material educativo para impartir ellos mismos los mensajes saludables directamente a sus alumnos, lo que permitió extender el programa ampliamente, para aumentar el universo de niños argentinos al que se accede”, explicó Heidi Lots, del Departamento de Hidratación y Salud de Aguas Danone.
Además, “se trabajó fuertemente a través de focus groups y encuestas para conocer en detalle cómo aprenden los chicos, qué tipo de formatos les interesan más y a través de qué iniciativas gráficas y/o audiovisuales preferirían recibir capacitación sobre hábitos saludables”, detalló Lots.
Los materiales desarrollados han tenido una aceptación muy favorable por parte de los chicos, quienes manifestaron que querrían ver estos contenidos en los ámbitos en los que se divierten, como la televisión o la computadora. El abordaje lúdico generó un vínculo diferente entre los chicos y el consumo de agua, ayudando a derribar la barrera del consumo de agua como algo aburrido.
Así se perfeccionó “Mamá, Papá, ¡Prefiero, Agua!”, para contribuir de la manera más efectiva posible a la mejora en los hábitos de ingesta de líquidos desde las primeras etapas, lo que podría representar una contundente medida que beneficia la salud pública, por su impacto sobre el sobrepeso y la obesidad. Educadores y profesionales de la salud pueden acceder gratuitamente a estos materiales ingresando a www.hidratacionysalud.com.ar.



viernes, 7 de septiembre de 2012

Advierten sobre 10 síntomas que podrían indicar la presencia de mielofibrosis, una grave enfermedad de la sangre

 En los últimos años se ha conocido mucho más acerca de esta patología, y se intenta lograr un diagnóstico más temprano, a fin de mejorar el pronóstico para el paciente.
 Según los expertos, algunos signos de esta afección se observarían en análisis de sangre de rutina.


La mielofibrosis, un grave trastorno de la médula ósea, podría diagnosticarse en forma temprana si se prestara atención a ciertos signos de fácil identificación, desde anormalidades en un análisis de sangre completo (hemograma con plaquetas) hasta un bazo agrandado, que se detecta al palpar el abdomen. Así lo aseveraron especialistas en hematología, quienes coincidieron en afirmar que por lo general el paciente llega demasiado tarde al diagnóstico.
Esta afección se produce por una insuficiencia en la médula ósea que lleva a un crecimiento del bazo y síntomas debilitantes que disminuyen la calidad de vida. El Dr. Miguel A. Pavlovsky, médico hematólogo del Centro de Hematología Pavlovsky y Director Médico y científico de FUNDALEU (Fundación para Combatir la Leucemia), destacó que por causas desconocidas “se produce una fibrosis, una atrofia de la médula ósea, y por ello, las células madre de la médula viajan por el torrente sanguíneo a otros lugares. Se
agranda el tamaño del bazo y ello genera síntomas debilitantes: distensión de abdomen con dolor abdominal, saciedad precoz con pérdida de peso, fatiga, picazón, transpiración nocturna, febrícula, sudoraciones y anemia, entre otros”. Una de las claves para la detección temprana es estar atento ante un conteo sanguíneo
en el que aparezca anemia, aumento del recuento de glóbulos blancos, irregularidades en los niveles de plaquetas y anormalidades en la forma y madurez de los glóbulos rojos y blancos. El diagnóstico completo incluye generalmente una aspiración y biopsia de la médula ósea. Lamentablemente, según señaló el Dr. Juan José García, Jefe del Servicio de Hematología y Oncología del Hospital Privado de Córdoba, “el paciente suele tardar en llegar al diagnóstico porque por lo general se lo estudia por anemia o aumento de
glóbulos blancos y se retrasa la consulta con el hematólogo”.
El Dr. Emilio Alberto Lanari Zubiaur, Director asociado de Docencia e Investigación y Miembro del Servicio de Hematología del Hospital JR Vidal de Corrientes, expresó que “el tiempo al diagnóstico es variable; los estudios pueden demandar entre uno y tres meses, y depende de la consulta a un lugar entrenado en el diagnóstico y tratamiento de este tipo de pacientes, como es nuestro servicio hospitalario”. Ello es comprensible si se tiene en cuenta que ésta “es una enfermedad extremadamente rara: a nivel mundial, se estima que hay menos de 0,5 casos por cada 100 mil habitantes”, declaró el Dr. Pavlovsky. Sin embargo, gracias a varios avances que se produjeron en los últimos siete años en el campo de la mielofibrosis, “en la actualidad la comunidad médica y hematológica tiene un mayor nivel de alerta para el diagnóstico y detección de la mielofibrosis”, sostuvo.
El Dr. García comentó que “no hay factor predisponente conocido que pueda favorecer su desarrollo, y si bien suele aparecer en edades de entre 55 y 60 años, últimamente se ve con mayor frecuencia en gente más joven. Tiene una evolución prolongada en los pacientes diagnosticados precozmente, pero por lo general avanza a una leucemia aguda o a complicaciones infecciosas y hemorrágicas importantes que causan la muerte”. Distintos estudios demuestran que aproximadamente luego de 10 años del diagnóstico,
alrededor del 20 por ciento de los pacientes podría desarrollar una leucemia mieloide aguda (LMA), forma agresiva de la enfermedad que es virtualmente intratable y tiene una sobrevida promedio estimada en menos de 2,6 meses. El Dr. Lanari remarcó que “la consulta precoz permite un adecuado tratamiento de los
síntomas que empeoran significativamente la calidad de vida de los pacientes”. Si bien al presente existen opciones muy limitadas contra la mielofibrosis y la mayoría de ellas involucra riesgos substanciales sin resultados a largo plazo, “hoy en día, tenemos la posibilidad de nuevos tratamientos en investigación, que esperemos mejoren significativamente la calidad de vida de la gente”, concluyó el Dr. García.

Los diez síntomas

Es importante que tanto los pacientes como sus médicos de cabecera tengan en cuenta los siguientes síntomas, que pueden ser indicios de mielofibrosis:
1. Aumento del tamaño del bazo y del hígado: Para compensar la producción irregular de células sanguíneas en la médula ósea, el bazo y el hígado aumentan la producción de glóbulos y se agrandan. El bazo de un paciente con mielofibrosis puede crecer hasta alcanzar varias veces su tamaño normal, en algunos casos,
hasta 10 kg de peso y 36 cm de largo, mientras que un bazo normal pesa alrededor de 150 g y mide aproximadamente 11 cm.
2. Fatiga y falta de aire: Decaimiento y falta de energía que afectan la calidad de vida, limitando la capacidad para ejercer su actividad diaria a nivel profesional, familiar, social y deportivo.
3. Sudoración nocturna: La producción irregular de glóbulos rojos induce una aceleración anormal del metabolismo, con el que aumenta también la temperatura corporal.
4. Pérdida de peso: El aumento del tamaño del bazo genera distensión abdominal y dificultad para ingerir alimentos. Además, se acelera el metabolismo, lo que causa adelgazamiento.
5. Fiebre: Las anormalidades en la médula ósea alteran la producción de glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas, lo cual predispone a sufrir infecciones y  fiebre. El metabolismo acelerado también incita un aumento de la temperatura corporal.
6. Palidez: Este síntoma está asociado con los niveles de anemia típicos de la mielofibrosis.
7. Moretones y propensión a las hemorragias: Las irregularidades en los niveles de plaquetas generan un aumento de hematomas y sangrados que parecen no tener explicación.
8. Dolor o malestar en el abdomen y el hombro izquierdo: El crecimiento anormal del bazo de los enfermos de mielofibrosis en muchos casos provoca compresión y malestares en la parte superior izquierda del abdomen o dolor en la parte superior
izquierda del hombro.
9. Picazón o prurito: La producción irregular de glóbulos rojos conlleva a una alta viscosidad de la sangre, que se concentra en algunas áreas produciendo enrojecimiento de la piel y prurito, especialmente después de un baño o una ducha caliente.
10. Dolor en los huesos, en especial en las piernas: Los severos dolores en los huesos típicamente anuncian un pronóstico complicado, que podría indicar el desarrollo de leucemia mieloide aguda.