martes, 11 de septiembre de 2012

Beber más agua previene el sobrepeso infantil


·         Para los especialistas, pasa a ser prioritaria la implementación de planes nutricionales integrales para combatir la epidemia de sobrepeso y obesidad que afecta a los argentinos.
·         Un estudio alemán que incluyó a 2940 chicos de 32 escuelas carenciadas de ese país, concluyó que impartiendo contenidos sobre los beneficios de beber agua y poniendo a disposición de los niños bebederos en las escuelas, el riesgo de presentar sobrepeso disminuía un 31 por ciento.
·         Estos temas fueron abordados por los profesionales de la nutrición en el marco de su Jornada anual, que está llevándose a cabo en la ciudad de Mendoza.
Prevenir el sobrepeso en la niñez continúa siendo un gran desafío en materia de salud pública debido a la creciente prevalencia de sobrepeso  a nivel mundial y en nuestro país, en donde el 42 por ciento de los niños presenta exceso de peso.
La ingesta de líquidos cobra una relevancia elevada en el marco de un plan integral de nutrición saludable, ya que, en promedio, los niños en edad escolar en Argentina ingieren 208 calorías cada día a través de  bebidas e infusiones con azúcar, lo que equivale aproximadamente a cinco chupetines diarios. Este tema fue abordado con particular énfasis durante la Primera Jornada Internacional “Hidratación saludable”, en las XI Jornadas Argentinas de Nutrición y II Jornadas Trasandinas de Nutrición, organizadas por la  Sociedad Argentina de Nutrición (SAN), que se están llevando a cabo en la ciudad de Mendoza. 
Tal como refirió el Dr. Edgardo Ridner, médico nutricionista, Presidente de la Sociedad Argentina de Nutrición y autoridad de la Jornada científica, “este año, se le ha otorgado una participación preponderante a la temática de la ingesta de líquidos en la agenda de disertaciones de nutrición de nuestra  XI Jornada anual. Lo cierto es que debemos lograr que tanto los profesionales como la comunidad en general comiencen a considerar los hábitos de hidratación como una parte fundamental de los planes de alimentación saludable”.
“El consumo de agua pura produce un efecto de regulación del peso porque promueve la saciedad que se traduce en una reducción en la ingesta de calorías de las comidas durante el día. Se recomienda que sea la primera opción por encima de bebidas infusiones azucaradas, cuyo aporte calórico es elevado y carecen de valor nutricional”, agregó el especialista.
La ingesta de agua se vuelve una estrategia sumamente valiosa para controlar el peso, por lo que la generación de hábitos saludables en este aspecto debe ser considerada una prioridad de salud pública. “Las escuelas son el escenario ideal para poner en marcha programas que fomenten mejorar los hábitos, sobre todo porque la prevalencia del sobrepeso en la niñez aumentó notablemente en los últimos años”, agregó el Dr. Ridner.
Un ejemplo exitoso de intervención en escuelas para promover hábitos de hidratación saludable fue la experiencia llevada a cabo por el Instituto de Investigación en Nutrición Infantil de Dortmund, Alemania, en 32 escuelas primarias carenciadas de Dortmund y Essen, dos ciudades germanas. La investigación, publicada en 2009 en Pediatrics la revista oficial de la Academia Americana de Pediatría,  intentó evaluar si un programa a nivel ambiental y educacional destinado a promover el consumo de agua era una herramienta eficaz para prevenir el sobrepeso en niños de escuelas primarias.
El propósito del estudio era promover el consumo de agua para prevenir el sobrepeso, enfocándose especialmente en los niños de escuelas primarias en áreas urbanas carenciadas. Sobre este punto, Ridner remarcó que esta problemática aplica directamente a nuestro país. “Es necesario seguir trabajando para que los niños argentinos siempre tengan acceso al agua como la hidratación mas saludable”.
“Educando a los niños, también se puede hasta lograr que mejoren los hábitos de todo el círculo familiar, debido al efecto multiplicador que los más chicos pueden tener en sus casas”, concluyó el especialista.

Detalles del estudio
La investigación evaluó a 2950 alumnos de segundo y tercer grado, de un promedio de 8.3 años de edad, de 32 escuelas primarias de áreas carenciadas de dos ciudades de Alemania (1641 niños integraron el grupo de intervención y 1309, el grupo control). Se colocaron bebederos en cada establecimiento educativo y los grupos de intervención en cada escuela recibieron, de sus docentes, 4 días de clase para informarse acerca de la importancia de beber agua. Los grupos de control de cada escuela no recibieron ninguna intervención.
La prevalencia de sobrepeso (según criterios establecidos por la Internacional Obesity Taskforce), los valores de desviación estándar de Índice de Masa Corporal y el consumo de bebidas (medido en cantidad de vasos por día; siendo un vaso equivalente a 200 ml) se midieron antes y después de la intervención a través de cuestionarios completados por los propios sujetos evaluados al término de un día. Además, durante la intervención, se midió la cantidad de agua expendida por cada bebedero por el lapso de un año escolar.
Luego de la intervención, el riesgo de sobrepeso se redujo en un 31 por ciento en quienes habían recibido información sobre la importancia de tomar agua, en comparación al grupo de control. El consumo de agua fue de 1.1 vasos más por día en el grupo de intervención. El expendio diario de agua de los bebederos demuestra un consumo sostenido durante el período del estudio, aunque en forma variable, según el caso. 
La intervención realizada a nivel ambiental y educacional en establecimientos escolares demostró ser efectiva en la prevención de sobrepeso en niños de escuelas primarias, inclusive en poblaciones de áreas carenciadas, lo que es relevante ya que el riesgo de sobrepeso u obesidad es todavía mayor en los niños que viven en países con un nivel socioeconómico menor.
Hasta la fecha, la mayoría de las estrategias preventivas desarrolladas en el mundo se basaron en intervenciones a nivel individual o educativo, dejando completamente de lado la posibilidad de introducir cambios a nivel ambiental. Además, muchos programas se valían de intervenciones múltiples, dirigidas a diferentes aspectos de la conducta asociada a la obesidad, lo cual dificulta la tarea de medir el efecto específico de la intervención en un aspecto puntual. Sin embargo, este estudio es particularmente válido porque combinó la intervención educativa con una modificación ambiental, como la incorporación de bebederos.

Qué se está haciendo en nuestro país
Es común escuchar “el agua me aburre” o “el agua no tiene sabor”. Para lograr que los niños incorporen hábitos saludables es fundamental abordarlos desde lo lúdico para generar que se vinculen con la propuesta.
“Mamá, Papá, ¡Prefiero Agua!” es un programa integral de promoción de hábitos de hidratación saludable, que se implementa fundamentalmente en el plano escolar.
Es desarrollado por Aguas Danone de Argentina, cuenta con el aval de la Sociedad Argentina de Nutrición y fue elaborado por un equipo multidisciplinario.
Tal como lo explicó Ridner, “este programa es un puntapié inicial a una temática que no está en el discurso social, la del impacto que tiene la ingesta de líquidos en el marco de un plan integral de nutrición saludable”.
Este programa ya cumplió 5 años, aunque en 2011 se relanzó como programa especifico sobre hidratación. A través de esta iniciativa, se intenta promover la hidratación saludable entre los más chicos acercando contenidos educativos diseñados específicamente para niños de jardines de infantes y escuelas primarias de todo el país.
El programa ya alcanzó a más de 200 mil chicos con la premisa de lo sano que es incorporar el hábito de beber agua. En cada encuentro, un profesional de la salud comparte con los directivos y formadores los mensajes saludables y les entrega materiales: Manual de actividades, video, folletería didáctica especialmente desarrollada para ese público.
“Desde este año, las escuelas reciben kits de trabajo autoexplicativos (previamente testeados con educadores y niños) que facilitan que los propios educadores de esos establecimientos puedan incorporar los conceptos y disponer de material educativo para impartir ellos mismos los mensajes saludables directamente a sus alumnos, lo que permitió extender el programa ampliamente, para aumentar el universo de niños argentinos al que se accede”, explicó Heidi Lots, del Departamento de Hidratación y Salud de Aguas Danone.
Además, “se trabajó fuertemente a través de focus groups y encuestas para conocer en detalle cómo aprenden los chicos, qué tipo de formatos les interesan más y a través de qué iniciativas gráficas y/o audiovisuales preferirían recibir capacitación sobre hábitos saludables”, detalló Lots.
Los materiales desarrollados han tenido una aceptación muy favorable por parte de los chicos, quienes manifestaron que querrían ver estos contenidos en los ámbitos en los que se divierten, como la televisión o la computadora. El abordaje lúdico generó un vínculo diferente entre los chicos y el consumo de agua, ayudando a derribar la barrera del consumo de agua como algo aburrido.
Así se perfeccionó “Mamá, Papá, ¡Prefiero, Agua!”, para contribuir de la manera más efectiva posible a la mejora en los hábitos de ingesta de líquidos desde las primeras etapas, lo que podría representar una contundente medida que beneficia la salud pública, por su impacto sobre el sobrepeso y la obesidad. Educadores y profesionales de la salud pueden acceder gratuitamente a estos materiales ingresando a www.hidratacionysalud.com.ar.



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