miércoles, 4 de noviembre de 2020

Takeda presenta en la Argentina una nueva droga para pacientes con un subtipo de cáncer de pulmón de difícil tratamiento



La Administración Nacional de Alimentos, Medicamentos y Tecnología Médica (ANMAT) aprobó en la Argentina el uso de la droga brigatinib, del laboratorio Takeda, como monoterapia para el tratamiento de adultos con un tipo de cáncer de pulmón denominado de células no pequeñas (CPCNP) en estadio metastásico, que presentan la alteración genética conocida como ALK+ y que han sido tratados previamente con la terapia estándar (crizotinib).

“Dado que mediante los test de biología molecular se logra reconocer qué alteración genética presentan los tumores, hoy es posible seleccionar la terapia dirigida más apropiada para inhibir el factor desencadenante del crecimiento tumoral. En ese sentido, brigatinib demostró ser un inhibidor potente y selectivo de la tirosina quinasa de última generación, diseñado para atacar e inhibir las alteraciones moleculares del gen ALK, que es el responsable de promover el desarrollo del tumor en este subtipo de cáncer de pulmón”, afirmó el Dr. Claudio Martín, médico oncólogo, Jefe de Oncología Torácica del Instituto Alexander Fleming.

La aprobación en segunda línea de tratamiento post crizotinib se basa en los resultados del estudio “ALTA”, que demostró una reducción del 54% del riesgo de progresión de enfermedad y muerte. Los pacientes que recibieron brigatinib tuvieron un mayor período de tiempo sin progresión de la enfermedad, de 16,7 meses en promedio.


Asimismo, se sabe que la mayoría de los pacientes con ALK desarrollará metástasis cerebrales durante el transcurso de su enfermedad, y brigatinib demostró “eficacia significativa” en el tratamiento de esas metástasis y un “efecto protector” en aquellos pacientes que no las tenían al inicio del tratamiento.

“Contar con nuevas opciones de medicamentos de fácil administración -dado que consiste en la ingesta de un comprimido diario- y con tan buenos resultados para un tipo de cáncer de pulmón de difícil abordaje y en estadios avanzados, nos abre una esperanza para estos pacientes y nos permite dar un paso más hacia el objetivo de cronificar una enfermedad que hasta hace muy pocos años presentaba un panorama absolutamente desolador”, consignó el especialista.

En opinión de Martín Weinstabl, Director de la Unidad de Negocios de Oncología de Takeda Cono Sur, “desarrollos de terapias target como ésta confirman los objetivos de Takeda, que consisten en concentrar el esfuerzo en un grupo reducido de áreas terapéuticas clave en cuanto a prevalencia y necesidades insatisfechas de la población. Se trata de trabajar duro para ofrecer terapias innovadoras que mejoren la calidad de vida de los pacientes”.

Por su parte Ignacio Zervino, Coordinador de Programas de la Fundación Pacientes con Cáncer de Pulmón (FPCP), recordó que cuando comenzaron a trabajar, hace 14 años, se conocía muy poco sobre la enfermedad.


“Afortunadamente eso está cambiando y a partir del conocimiento de los diferentes subtipos de cáncer de pulmón nuevas opciones van apareciendo, lo que es muy auspicioso. Igual de importante es que se avance en el desarrollo y cobertura de los dispositivos o test para conocer cada subtipo de cáncer de pulmón, ya que sigue siendo muy significativa la necesidad de mejorar los diagnósticos tempranos para lograr avances sustanciales en la sobrevida y calidad de vida de los pacientes”, consideró.


Brigatinib corresponde a un desarrollo del laboratorio Takeda y actualmente está aprobado en más de 40 países, entre ellos Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea, para el tratamiento de las personas con CPCNP ALK+ metastásico cuya enfermedad ha empeorado durante el tratamiento con crizotinib o no pudieran tolerar su administración.


Denominada como “Terapia Innovadora” por parte de la FDA de los Estados Unidos para el tratamiento de este tipo de tumores, brigatinib también había sido calificada como “droga huérfana” para tratar otros tipos de cánceres, como ROS1+ y CPCNP EGFR+.


El cáncer de pulmón es el tipo de cáncer con mayor mortalidad en la Argentina. Cada año se diagnostican 11.200 nuevos casos y más de 9.000 muertes por esa enfermedad. Es responsable del 15% de los fallecimientos oncológicos, porcentaje equivalente a la mortalidad por cáncer de mama y próstata juntos. En el mundo, en tanto, se producen anualmente unos 2 millones de diagnósticos.


Los principales factores de riesgo para desarrollar cáncer de pulmón son el tabaquismo (aunque entre el 10 y el 15% del total de casos se da en personas que jamás han fumado o son exfumadores), la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), poseer antecedentes familiares de la patología, la polución y el contacto con amianto, minerales y productos químicos.


Si bien suele presentar sólo algunos síntomas inespecíficos -que cuando se manifiestan indican que la enfermedad ya está en etapas avanzadas, dado que 8 de cada 10 casos se diagnostican en estadio metastásico-, los especialistas recomiendan estar atentos si aparece tos que no desaparece, se agrava, presenta sangre o esputo (saliva o flema) del color del metal oxidado, dolor de pecho que empeora cuando se respira profundamente, ronquera, pérdida de peso excesiva, cansancio o debilidad, infecciones como bronquitis y neumonía que no desaparecen y/o sibilancias (silbido en el pecho).


Se lo clasifica según el tamaño de las células bajo el microscopio y el tipo más común es el “cáncer de pulmón de células no pequeñas (CPCNP)”, que representa el 85% de los casos. Esta distinción es clave, porque definirá qué tratamiento se puede realizar. Entre otras, en aproximadamente el 4% de los pacientes (unos 1.000 argentinos) se puede presentar la alteración genética ALK, responsable del crecimiento y diseminación del cáncer y para la que está indicada esta nueva terapia.


“Se trata de un tipo de cáncer de pulmón que suele presentarse mayoritariamente en mujeres jóvenes, no fumadoras o que han fumado poco. De todas formas, todos los pacientes con cáncer de pulmón, hayan o no fumado, deben ser testeados, porque podrían presentar la alteración ALK”, sostuvo el Dr. Martín. Y agregó: “Para su tratamiento las formas básicas son cirugía, radioterapia, quimioterapia y, últimamente, la inmunoterapia y las terapias target específicas. Estas últimas, como el brigatinib, han demostrado en pacientes que presentan la alteración ALK triplicar la mediana de supervivencia libre de progresión”.


“Estos resultados son muy auspiciosos. Nos alegra disponer de cada vez más y mejores alternativas terapéuticas que contribuyan al tratamiento de esta enfermedad y mejoren la calidad de vida de los pacientes y sus familias”, concluyó el Dr. Claudio Martín.


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