miércoles, 24 de julio de 2013

La posición y el colchón, dos factores fundamentales para dormir bien




Su posición preferida para dormir podría ocasionarle dolor de espalda y cuello, problemas con el estomago o incluso podrían hacerlo envejecer prematuramente. Aquí va una lista que muestra las mejores posiciones para que su cuerpo descanse mientras duerme y las posiciones que debería evitar.
La Mejor Posición: Boca Arriba
La posición boca arriba previene el dolor de cuello y espalda, reduce el reflujo acido, minimiza las arrugas, mantiene los senos en buena postura. No obstante, es una mala posición en términos de ronquidos.
La Segunda Mejor: Posición Lateral
Dormir de lado también impide dolor de cuello y espalda y reduce el reflujo acido, además reduce también los ronquidos. Es la mejor posición para dormir durante el embarazo, si duerme sobre el lado izquierdo. Sin embargo, es malo para su piel y senos.
La Posición No Ideal: Posición Fetal
Esta posición es buena para roncar menos y dormir durante el embarazo, pero no es tan buena para su cuello y espalda, para minimizar las arrugas o para mantener sus senos en buena postura.
La Peor Posición: Boca Abajo
Es buena posición para evitar roncar, pero es mala para todo lo demás. Esta postura pone presión sobre sus articulaciones y músculos, lo cual podrían irritar los nervios y causarle dolores, entumecimiento y hormigueo.

Elegir un buen colchón
La compra de un colchón o de un futón es una elección importante ya que si bien no lo hacemos muy seguido, de acuerdo a la calidad que elijamos haremos que nuestras noches sean apacibles o no.
La firmeza del colchón es la resistencia que ofrece contra la carga producida por el cuerpo humano. Un buen colchón es el que presta apoyo a toda la columna cuando se está acostado boca arriba. Esto se comprueba acostándose boca arriba con las piernas estiradas. Se debe notar que la columna lumbar está apoyada en el colchón y que no forma un arco por encima de él. El colchón debe ser firme y recto. No debe tener la forma de una hamaca, pero debe ser suficientemente mullido como para adaptarse a las curvas de la columna. Un colchón muy duro, como el suelo o una tabla, es tan perjudicial como un colchón excesivamente blando, en el que la columna “flota” sin sujeción.
Cuando un colchón se adapta al cuerpo, la necesidad de moverse durante el descanso se reduce y así nos mantenemos más tiempo en la fase de sueño profundo y mejoramos la calidad del descanso. Los colchones actuales ofrecen distintas zonas de descanso que los hacen más adaptables.
Conviene que el colchón sea transpirable ya que a lo largo de su vida útil va acumulando ácaros y bacterias. La mayoría de los modelos actuales incorporan materiales hipoalergénicos en las espumas de los acolchados que repelan y eliminan ácaros, bacterias y hongos. Algunos modelos incorporan componentes como la lavanda, que reduce el estrés.


Fuente: Revista Buena Salud

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